Incluido el director del establecimiento, y a una treintena de mujeres que estaba de visita en el lugar.
Presos alojados en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, la más grande de Paraguay, se amotinaron sin que aparecieran con claridad sus reclamos.
Mantenían como rehenes a un grupo de agentes, incluido el director del establecimiento, y a una treintena de mujeres que estaba de visita en el lugar. Garantizaron que no se les haría daño.
Familiares de los presos hacían un cordón para evitar el ingreso de fuerzas de seguridad.
Más de 1.000 policías seguían afectados al operativo de seguridad en el penal.
El ministro del Interior, Enrique Riera, informó en conferencia de prensa que el gobierno activó una “mesa de crisis”, integrada por representantes de varios ministerios y otros organismos, y advirtió que la Ley de Seguridad Interna permite que las Fuerzas Armadas intervengan en casos como este.