Tenía cáncer de pulmón. Sus frases más destacadas.
El escritor estadounidense Paul Auster, autor de una prolífica obra en la que destacan la ‘Trilogía de Nueva York’, ‘Brooklyn Follies’ o ‘La invención de la soledad’, murió a los 77 años, según informó The New York Times.
Auster murió en su casa, en Brooklyn, en Nueva York, por causa de un cáncer de pulmón.
En 2006, el escritor recibió el premio Príncipe de Asturias de las Letras.
En su discurso afirmó: “Me he pasado la vida entablando conversación con gente que nunca he visto, con personas que jamás conoceré, y así espero seguir hasta el día en que exhale mi último aliento”.
Nacido en el seno de una familia judía de ascendencia austríaca en 1947 en Newark (Nueva Jersey), Auster haría más tarde de Brooklyn su casa y el escenario de sus novelas, especialmente en las décadas de 1980 y 1990.
Construyó en todas sus obras laberintos literarios, a modo de muñecas rusas o matrioskas, en las que mezcla ficción, realidad y autobiografía, y con las que atrapó a millones de lectores en todo el mundo.Además de novela, su prolífica obra traducida a más de 40 idiomas incluye poesía, relatos, ensayos o guiones de teatro y de cine.
Auster estudió en la Universidad de Columbia y participó en las manifestaciones de 1968 en contra de la guerra de Vietnam. Tras terminar la universidad se instaló en París, donde según el New York Magazine el escritor neoyorquino era una “estrella del rock”.
Debutó como escritor en 1982 con “La invención de la soledad”, que gira alrededor de la muerte repentina de su padre, pero la verdadera fama le llegaría con ‘Trilogía de Nueva York’, una serie de novelas que agrupa “Ciudad de cristal”, “Fantasmas” y “La habitación cerrada”. Entre la preocupación de sus millones de seguidores por su estado de salud en estos últimos años, el estadounidense Paul Auster publicó en 2023 “Baumgartner”. Una historia protagonizada por un excéntrico y tierno profesor de Filosofía sumido en el dolor por la pérdida de su gran amor.
Su vida se vio afectada recientemente por la tragedia, cuando su hijo Daniel Auster, que tenía 44 años, murió por una sobredosis.
El hijo del escritor había sido imputado por la muerte de su hija Ruby, nieta de Paul Auster, de 10 meses.
Según declararía, había consumido heroína cuando se quedó dormido y al despertar la pequeña estaba muerta por intoxicación de fentanilo y heroína.
Sus frases más destacadas
- Todo puede cambiar en cualquier momento, de repente y para siempre.
- El mundo es tan impredecible. Las cosas suceden de repente, inesperadamente.
- Para los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión.
- Cambiar de opinión es probablemente una de las cosas más hermosas que la gente puede hacer.
- Si la justicia existe, tiene que ser para todos; nadie puede quedar excluido, de lo contrario ya no sería justicia.
- Cuando a un hombre la vida le resulta tolerable solo si permanece en la superficie de sí mismo, es natural que se sienta satisfecho obteniendo esa misma superficie de los demás.
- No es que escribir me produzca un gran placer, pero es mucho peor si no lo hago.
- Teníamos todas las piezas desde el principio, pero nadie supo encajarlas.
- Un libro no acabará con la guerra ni podrá alimentar a cien personas, pero puede alimentar las mentes y, a veces, cambiarlas.
- Una mentira nunca puede deshacerse. Ni siquiera la verdad es suficiente.
- Nuestras vidas realmente no nos pertenecen, pertenecen al mundo, y a pesar de nuestros esfuerzos por darle un sentido a éste, el mundo es un lugar que va más allá de nuestro entendimiento
- La realidad no existe si no hay imaginación para verla.
- La vida sin arte es inimaginable, pero como todos saben, cada vez hay menos lectores. Cada vez la literatura tiene que competir con otras formas de ocio.
- El paso del tiempo nos envejece, pero también nos da el día y la noche. Y cuando morimos, siempre hay alguien que ocupa nuestro lugar.
- La experiencia del poema no reside en cada una de sus palabras, sino en la interacción de esas palabras, la música, los silencios, las formas.
- Para mí, escribir no es una cuestión de libre albedrío, es un acto de supervivencia.
- La vida es simultáneamente trágica y cómica, al mismo tiempo absurda y profundamente significativa.
- Escribir una comedia ayuda a poner las cosas en perspectiva.
- Nunca hay que dejarse dominar, incluso cuando crees que el otro sabe lo que más te conviene.
- Lo que importa no es la habilidad para evitar los problemas, sino la manera en que se enfrenta uno a ellos cuando se presentan.