También estuvo el presidente chileno.
El presidente brasileño, Lula da Silva, y su par chileno, Gabriel Boric, despidieron al fallecido expresidente José “Pepe” Mujica en el Palacio Legislativo de Montevideo, por el que desfilaron en dos días decenas de miles de uruguayos.
Mujica murió a los 89 años en su modesta finca en la periferia de Montevideo, donde vivía con su esposa, la exvicepresidenta Lucía Topolansky.
“Pepe Mujica es un ser humano superior, es una persona que intentó cambiar el mundo con la singularidad, la competencia política, con la capacidad de hablar sobre todo con la juventud”, dijo Lula.
Lula y Boric se abrazaron con su homólogo uruguayo Yamandú Orsi y con Topolansky, antes de acercarse al ataúd en silencio. Luego se sentaron en un espacio habilitado para las personalidades políticas y familiares de Mujica.
Miles de uruguayos hicieron largas filas camino a la capilla ardiente. Algunos con flores en sus manos, otros con banderas en los hombros, simpatizantes de Mujica de todas las edades hacían su duelo.
“No me voy, estoy llegando”, rezaba en la explanada del parlamento una bandera gigante del Movimiento de Participación Popular (MPP), la agrupación política de Mujica y sector de la izquierda más votado en el país.