Amenaza con llevarse los perros que eran de su madre la reina Isabel.
Cuando Carlos III asumió el trono años atrás, su hermano el Príncipe Andrés se convertía en el blanco de varios intentos por desplazarle a un segundo plano en la familia
Andrés lucha por permanecer en su residencia.
La Casa Real británica, firme en la convicción de que el Príncipe ya no puede seguir pagando los gastos del mantenimiento de Royal Lodge, en el que vive, con fondos procedentes de «fuentes legítimas», trata de desalojarle mientras el Duque de York se demuestra solvente y con derecho a seguir en la casa por más tiempo.
Sin asignación económica anual, que suspendió el Rey Carlos III para que el Duque dejase de ser una carga financiera para su hermano, sin formar parte de las celebraciones navideñas de la Familia Real aún viviendo en el mismo sitio, y enfrentando varios escándalos políticos y denuncias de la policía, la distancia que existe entre el Príncipe y el monarca es cada vez mayor.
El Príncipe Andrés estaría dispuesto a hacer cualquier cosa para defenderse de Carlos III para el desalojo, aunque eso incluya faltar el respeto a la Reina Isabel II.
Manteniendo un perfil bajo y centrado en sus mayores apoyos, entre los que se encuentran su exmujer Sarah Ferguson y sus dos hijas, el Príncipe habría dado un nuevo paso en el enfrentamiento con su hermano.
Los escándalos que no abandona Andrés fueron los que desataron en un principio el distanciamiento entre los hermanos y, apartado desde entonces de la Corona, no teme atacarla.
Siguiendo su idea de negarse a abandonar su casa y viendo que es probable que tenga que hacer las maletas, el Príncipe habría amenazado con llevarse a los perros de Isabel II si finalmente debe abandonar Royal Lodge.
Según opina una fuente en ‘Woman’s Day’, este «golpe bajo» podría provocar que «la Reina se revolvería en su tumba».
«El hecho de que Andés sienta que su hermano valora a esos dos perros más que a él demuestra lo mal que están las cosas entre ellos», asegura.