Por ser “débiles”
Tras el atentado contra Donald Trump, la derecha ultraconservadora estadounidense cuestionó la capacidad de las mujeres del servicio secreto encargadas de proteger al expresidente y candidato republicano a la Casa Blanca.
“Muy pequeñas” o “demasiado débiles”.
El Servicio Secreto, que debe salvaguardar la vida de las más importantes figuras políticas del país, es criticado por cómo el tirador pudo estar tan cerca de Trump.
También se sumaron comentarios sexistas contra su política de reclutamiento que promueve la diversidad, equidad e inclusión.
Varias mujeres de traje y lentes oscuros, con la indumentaria típica de los agentes del Servicio Secreto, se precipitaron sobre Trump para protegerlo y evacuarlo durante el intento de asesinato en el que resultó herido en un mitin en Pensilvania.
Cuando Trump hizo su primera aparición pública el lunes en la Convención Nacional Republicana en Milwaukee estuvo rodeado solo de agentes hombres.
“No debería haber mujeres en el Servicio Secreto. Los agentes deben ser los mejores y ninguno de los mejores es mujer”, escribió en la red social X el activista de derecha Matt Walsh.
El congresista republicano Tim Burchett atacó a la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, por aplicar la política de Diversidad, Inclusión y Equidad (DEI) en la organización y por su pasado como jefa de seguridad en PepsiCo: “No puedo imaginar que una contratación DEI de Pepsi sea una mala elección como jefe del Servicio Secreto #sarcasmo”.