Se ofrece de mediador.
El príncipe William decidió dejar a un lado el largo historial de desencuentros con su hermano Harry y asumir un rol de mediador para que se reencuentre con su padre que esta enfermo de cáncer.
Desde su salida de la Corona, el duque de Sussex y su esposa, Meghan Markle, mantienen una relación tirante con los miembros de la Familia Real.
El llamado de William no es solo un intento de reconciliación familiar. También responde a un pedido directo de Carlos III, quien, según revelaron, expresó su deseo de un reencuentro con su hijo menor.
El heredero al trono había sido uno de los más afectados por las revelaciones públicas de Harry, especialmente por cómo se expuso a la familia en los medios internacionales.
Lo que busca es lograr al menos un encuentro entre su padre y Harry. Un momento íntimo, alejado de los flashes y las cámaras, donde puedan mirarse a los ojos y sanar algo de lo que quedó roto.
Pero la duquesa de Sussex se mantiene firme en su postura: no quiere saber nada con la familia real británica. Para ella, regresar, aunque sea simbólicamente, representaría una traición a sus valores.
Meghan ejerce una fuerte influencia sobre Harry, quien, aunque todavía guarda cariño por su padre, se encuentra dividido entre el deseo de sanar y la lealtad a su nueva vida en Estados Unidos.