Una mujer dio testimonio de la decisión de su esposo a 5 días de la muerte del hijo de un año.
Cada año, los príncipes de Gales destacan la importancia de la salud mental con diferentes iniciativas.
El príncipe William protagonizó un emotivo reencuentro con Rhian Mannings, fundadora de una organización dedicada al apoyo psicológico.
El encuentro formó parte de las actividades del Día Mundial de la Salud Mental y contó con la colaboración de la Red Nacional de Prevención del Suicidio del Reino Unido, reforzando su compromiso con esta causa.
El testimonio de Mannings es especialmente relevante, puesto que en 2012 su hijo de un año falleció repentinamente. Cinco días después, su marido Paul se quitó la vida trágicamente. Durante la conversación, el príncipe le preguntó a qué le diría a su esposo si tuviera la oportunidad, ella respondió con emoción: “Si pudiera hablar con él, solo le preguntaría una cosa: ¿Por qué no me hablaste?”.
“Me lo pregunto todos los días. Se ha perdido tanta alegría y habríamos estado bien. Eso es lo más difícil”, confesó Rhian. Sus palabras conmovieron profundamente al príncipe Guillermo, quien ocultó su rostro para contener la emoción.
Entre lágrimas contenidas, se disculpó con un sentido “lo siento”, mostrando el impacto del relato y la cercanía con la dolorosa experiencia de Rhian. “Me cuesta hacer las preguntas que…” dijo él, extendiendo la mano por encima de la mesa para tomar la de ella.
Rhian respondió con comprensión: “No pasa nada. Tienes hijos, es duro, y tú misma has sufrido pérdidas”. No era la primera vez que coincidían, ya que se habían encontrado previamente durante el Maratón de Londres, en el marco de una campaña de ‘The Royal Foundation’ a la que asistió junto a Kate. Con una mezcla de dolor y esperanza, Rhian reflexionó sobre su experiencia: “La vida puede darte golpes terribles, pero al hablar de ellos y mantener la esperanza, se puede seguir adelante”.
“La mejor manera de prevenir el suicidio es hablar de ello. Hablen de ello pronto, háblenlo con sus seres queridos, con sus personas de confianza, con sus amigos. Así que gracias por hablar de ello”, finalizó el hijo de Carlos III. Uno de los grandes traumas del príncipe William ocurrió cuando ayudó a salvar la vida de Bobby Hughes, un niño gravemente herido en un atropello, solo unos años mayor que su hijo George.
Aunque no lo menciona explícitamente, el príncipe relató en 2021 cómo aquel episodio lo impactó profundamente, describiendo la experiencia como sentir el dolor y el sufrimiento de todos a su alrededor de manera abrumadora. Para sobrellevarlo, encontró alivio, hablando con sus amigos y apoyando a la familia del niño.
