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24 de octubre, 2024

Agustina Murcho. Trastornos Alimentarios.

Los trastornos alimentarios o TCA son alteraciones de la conducta alimentaria que tienen que ver con cuestiones emocionales. Por lo general se empiezan a desarrollar a partir de una dieta, una restricción. Ahora, no todas las personas que empiezan una dieta desarrollan un trastorno alimentario. Los TCA son de origen neuropsicobiológico. Hay un montón de factores que pueden provocarlos. Para reconocerlos yo uso mucho la imagen de un iceberg: al principio solo ves la punta que sale a la superficie, pero el tamaño de ese iceberg, lo que lo sostiene, no se ve. En un trastorno alimentario se ve el síntoma, es decir la conducta que la persona tiene con respecto a los alimentos, una conducta que no es sana. Lo que está por debajo, son el o los múltiples factores que lo provocan y hacen a la persona más propensa a padecerlo: traumas no resueltos, problemas para relacionarse, dificultad para resolver problemas, puede haber habido abusos, conflictos familiares, bullying, baja autoestima. También puede haber un desorden neurobiológico. 

Algunas pautas de alarmapara detectar un TCA pueden ser cuando los niños o adolescentes ponen excusas para no comer y dicen “ya comí en lo de una amiga” o si come y enseguida va al baño en forma recurrente, si tiene distorsión de la imagen corporal y vive diciendo que esta gordo/a y no es así, si se pasa muchas horas en el gimnasio o si empieza a dejar de comer o restringir ciertos alimentos. Frente a estas actitudes, debemos sentarnos a charlar sin confrontar, ofrecer un espacio de diálogo sin forzar y evitar hacer referencias al cuerpo o al peso.

El trastorno alimentario se trata sí o sí con profesionales especializados en trastornos de la conducta alimentaria. El mayor peligro de no tratar adecuadamente un TCA es la muerte porque el hecho de no comer o los vómitos afectan el funcionamiento cardiovascular del organismo. Otros efectos nocivos pueden ser osteoporosis, pérdida de la menstruación, caída del pelo, se rompen las uñas; en el caso de la bulimia puede generar desgarro de esófago o de estómago, pérdida de piezas dentales; si se toma laxantes se altera la flora intestinal. A veces las consecuencias son reversibles y otras no. Es importante saber que no siempre el estar muy flaco es el único síntoma de un TCA, una persona puede estar en su peso pero tener bulimia, por eso hay que observar la conducta, no tanto el cuerpo.

Agustina y su testimonio de TCA

Agustina, que es nutricionista especializada en trastornos de la conducta alimentaria, hoy puede contar su experiencia con la anorexia y la bulimia desde un lugar de superación.

Fue diagnosticada por anorexia, a los 15 años, con fracasos en los tratamientos porque ella nunca cedió a querer recuperarse y tampoco dio con los profesionales adecuados. Más tarde viró hacia la otra cara del trastorno alimentario, la bulimia, en la época donde, según le advirtieron los padres, “tenía que empezar a comer porque sino no podía ir a su viaje de egresados”.

“Empecé a desayunar poco, a no comer nada en el colegio y a hacer un escándalo en la casa de mis padres a la hora de la comida. Nos peleábamos todo el tiempo. Me veía cada vez más flaca y eso me motivaba a seguir bajando de peso. En el colegio, me decían que no me veían bien y yo lo sentía como una victoria: mi flacura les preocupaba. Mis acciones tenían el resultado esperado. Quería que todos me prestaran atención y lo estaba logrando, pero sin darme cuenta de que me estaba destrozando”.

Ella escondía bien este trastorno, ya que lamentablemente el que lo ve de afuera, difícilmente se da cuenta. A los 20 años habló con su mejor amigo de lo que le estaba pasando y le pidió por favor que no cuente nada, pero él, no le hizo caso y habló con el hermano de Agustina, quien acudió a su madre. Entre idas y venidas de tratamientos ambulatorios fallidos, Agustina llegó a un punto que estaba cada vez peor y terminaron ingresándola a un hospital de día porque su vida estaba en riesgo. Esta decisión le sirvió para mejorar sus síntomas, y luego continuó su tratamiento en un centro ambulatorio para realizar la terapia correspondiente. Finalmente, a los 25 años fue dada de alta y pudo recibirse de profesional de la nutrición.

“Siempre desde chiquita quise estudiar medicina, hacer algo relacionado con la salud y leía libros de anatomía. Y cuando empecé a hacer tratamiento, ya al final del colegio, decidí estudiar nutrición. Además, yo estudié estando enferma, por eso después de recibirme, al principio no quise ejercer. Aparte decía que ni loca me iba a dedicar a trastornos alimentarios. Pero después empecé a trabajar en consultorio, me especialicé más y hoy viendo las redes y todo lo que se habla siento que puedo ayudar mucho al trabajar con un equipo interdisciplinario y al haber pasado por el trastorno”.

Acerca de Agustina Murcho: Reconocida nutricionista experta en trastornos alimentarios, lanzó su tercer libro Vulnerable donde cuenta cómo superó su enfermedad, brinda algunas herramientas y conocimientos para prevenir que otras personas lo padezcan. En su cuenta de instagram @nutricion.ag alerta a sus + de 396 mil seguidores acerca de las dietas peligrosas, lleva mensajes positivos y desmitifica algunos conceptos erróneos en relación al cuerpo.

INVITADA
Agustina Murcho
Licenciada en Nutrición especialista en trastornos alimentarios
M.N. 7888 / M.P. 3196
Instagram: @nutricion.ag

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