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21 de noviembre, 2024

BETINA KRAUS. El holocausto, la pandemia y la resiliencia.

Betina Kraus

Hoy mi hijo me envió un artículo del New York Times: “El impulso para vacunar a 20.000 supervivientes del Holocausto en Nueva York”, artículo que recomiendo. Me hizo pensar en las causalidades, los derechos de los ancianos y el respeto y la admiración que tengo por los mismos.

El artículo narra la historia de dos mujeres, Eva Rose y Anne Bertolino, de 96 años, ambas sobrevivientes del Holocausto y residentes en Nueva York. Anne Bertolino proviene de la ciudad de Hamburgo y su madre murió en el campo de exterminio de Auschwitz. Postrada en silla de ruedas y con problemas de visión se sentía imposibilitada de vacunarse. Avi Greenstein, director ejecutivo del Centro Comunitario Judío de Boro Park, dijo: “La comunidad los mira y puede decir: “Guau, estas personas y su perseverancia, esta es la razón por la que todavía estamos’”. Eva Rose nació en Hungría, perdió a 30 miembros de su familia en el Holocausto, trabajó como esclava en una instalación cercana a Auschwitz que era propiedad del fabricante de armas alemán Krupp. La ayuda comunitaria hizo posible que estas dos memorables señoras recibieran su vacuna.

La frase de Avi Greenstein resonó en mi respecto a la “perseverancia” y “esta es la razón por la que todavía estamos”. La población judía como muchas otras, que fueron perseguidas y denostadas, tienen un poder de resiliencia increíble. Pasaron lo peor que les puede pasar a un ser humano. ¡Cómo no van a poder transitar y pelear por la vida en esta Pandemia que tuvo fecha de comienzo y no tiene fecha de fin!.

El respeto y el cuidado de la comunidad por sus “mayores” es admirable y tenemos mucho que aprender. En el mundo hay 350.000 sobrevivientes del Holocausto vivos, de los cuales 20.000 viven en Nueva York. Muchos sin recursos económicos suficientes, pero la comunidad se ocupa de que nada les falte.

Haciendo un paralelismo con Argentina… ¿Qué nos pasa con los adultos mayores? Los políticos se llenan la boca de la lucha por sus mejores ingresos y porque reciban la vacuna en tiempo y forma. Lo de mejores ingresos es una falacia y el tema de las vacunas es cuestionable ya que muchos no tienen vergüenza y se han vacunado no siendo adultos mayores ni grupos de riesgo y la política miró para otro lado. Nuestros abuelos están cansados que les mientan y muchos se dejan morir sin ir a una consulta médica por no tener los medios ni nadie que se ocupe de ellos.

Mi hijo de 22 años me envió esta nota del New York Times. Menciono a mi hijo porque admiro su vínculo con nuestra historia familiar ya que también tuvimos pérdidas en el Holocausto. Mi primera reacción fue decirle: “que fuerte son los sobrevivientes, los genes se heredan ya que el espíritu de lucha continúa en las generaciones actuales”. El tener tanto vínculo con nuestra historia nos hace más fuertes. ¡Gracias hijo!

 

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