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28 de marzo, 2024

Juan Pablo Chiesa. Mayor producción, mejores salarios.

Las leyes de aumentos de salario son improductivas. Entendamos: Mayor producción mejores salario.

No reconocer que los salarios evolucionan en función de la productividad del trabajo, es no conocer de trabajo.

Por Juan Pablo Chiesa

La productividad laboral es cuando nos referimos a la cantidad que produce un trabajador, ya sea, de manera independiente o poniendo su fuerza física o intelectual al servicio de otra persona (empresa).

A mayor productividad, mayores ganancias, es igual a mejores salarios o altos ingresos, a lo que equivale mejor calidad de vida.

El salario es un precio, motivo por el cual, si caemos en el circulo vicioso de aumento de precios, equivale a aumentos de salarios por ley, los precios volverán a aumentar y así se forma un espiral absurdo e improductivo.

Se ha probado que el control de precios y salarios, como su consecuencia, el querer controlar estos es una inquebrantable medida en la vida de todos los gobiernos. Los esfuerzos de los Gobierno para subir los precios de los productos y el control desmedido junto con cepos y super cepos a la economía no hace denotar la carencia intelectual en materia de empleo, producción y salario. Ahora bien, estas políticas provocan un daño en los precios que los pagamos todos los consumidores y laburantes. Pero para que el lector comprenda mi punto, te cuento que, el salario es un precio. Lo que intento explicarte es que, si el control y aumento de precios a determinado sectores no funciono, porque iba de funcionar incrementar los salarios mediante leyes del salario mínimo vital y móvil o leyes paritarias. Es absurdo y te lo voy a desarrollar.

Las diferentes opiniones acerca de la naturaleza jurídica o conceptual del salario se formulan con el apasionamiento y al final quedan influidas por la política, que en la mayoría de los discursos se olvidan los principios más elementales.

Las mentes mas vacías no vacilaran en bregar que la prosperidad es producida por consecuencia del alza de los precios y pedirán el alza de los salarios, en vez de proteger y dejar de perjudicar industria y la producción de cualquier proceso productivo.

En el mejor de los casos, la ley de salario mínimo y las paritarias es un arma poco eficaz para combatir el daño derivado de los bajos salarios y que el posible beneficio a conseguir mediante tales leyes solo superar el posible mal en proporción a la modestia de los objetivos a alcanzar.

Cuando vemos que el consejo del salario mínimo se reúne y fija un sueldo mínimo, y luego lo arengan y se enorgullecen de la fantasía que el salario le gana a la inflación, o cada 2 meses la palabra paritaria esta en la agenda de todos los ciudadanos, a lo que no todos comprender su funcionamiento dirigista, su alegría y regocijo nubla la realidad de que cuando un laburante gana menos que el salario que fijan, no se dan cuenta que el trabajo pierde valoración por el solo hecho de convertir ilegal su colocación por una cantidad de horas inferior a lo que pactaron.

Lo único que están consiguiendo es privarle del derecho a percibir lo que la capacidad de un laburante y empleo permitirían, mientras que se impide a la sociedad beneficiarse de modelos de servicios laborales que el laburante es capas de rendir. En definitiva, están reemplazando el salario bajo por un paro o un piquete. Se causa u mal mayor, sin compensación equivalente.

La mejor manera de elevar los salarios, es un solo camino, mediante la productividad del trabajo. Tal fin puede alcanzarse por diferentes métodos: acumulando capital humano: esto es mediante la capacitación empoderando al trabajador de capacidades y aptitud futuristas y teniendo un pensar productivo mas creativo. Nuevas formas de contratación y mejores técnicas por parte de los empleadores que deberán estar a la vanguardia de lo que demanda el futuro del trabajo acompañando la creatividad de los trabajadores en pos de la producción. Transformando las relaciones laborales de lo cuantitativo a lo cualitativo. Cuanto mas produce el individuo, no solo se enrique el mismo, sino también acrece a la sociedad. cuanto mas produce, los servicios de los consumidores tendrán mas valor, y por lo tanto, mejore réditos en una cadena de producción. Y si la cadena de producción es alta en su valor, los empleadores pagaran mejores salarios porque ven a su producción incrementarse. Los salarios reales tienen su origen en la productividad, no en lo decretos o leyes.

En otras palabras, en los últimos años el SMVM y las paritarias habrán sido una de las variables que habrán experimentado el mayor ajuste en el mercado de trabajo y la caída del salario real y un aumento indiscriminado de los planes sociales a personas que no producen

En otras palabras, se ha perdido en los últimos años todo valor virtuoso como referencia para el mercado de trabajo y el consumo, puesto que los Gobiernos Nacionales lo han manipulado “gradualmente” como herramienta de ajuste para contener los reclamos salariales.

Conclusión:

El Estado ha elegido el camino del asistencialismo y generar pobreza emitiendo billetes para que la pobreza crezca y el trabajo se destruya. Es claro que este gobierno no entiende de políticas públicas de empleo y utiliza un mecanismo de represión salarial y a su vez enfatizar el ajuste sobre el conjunto de los trabajadores, provocando un deterioro social pérdida del poder adquisitivo y el derrumbe de la estructura salarial y el mercado de trabajo.

INVITADO
Juan Pablo Chiesa
Abogado Laborista. UBA. Magister en Empleo y en Políticas Públicas.
Dirigente político y Presidente de Ap´titud Renovadora.

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