No debemos subestimar a la tecnología y tampoco debemos conceptualizarla como un fenómeno temporal. La tecnología y la evolución tecnología resurgieron para quedarse.
Los polémicos impactos que trae aparejado en la sociedad y en los mercados del trabajo el avance de la tecnología tiene una larga historia en nuestro país. En los últimos tiempos se intensificó la preocupación sobre las máquinas y las graves consecuencias de las innovaciones tecnológicas en el empleo y las condiciones de trabajo.
Si bien, la experiencia histórica demostró que esos temores resultaron infundados, y que cada oleada de innovaciones ha dado lugar a ganancias eficientes en paralelo con la creación de nuevos ámbitos laborales y puestos de trabajo.
Esta es la discusión que se abre ahora, en la segunda década del siglo XXI.
Qué es lo que sucederá en el mercado laboral y en las relaciones laborales, todavía tiene un gran componente de incertidumbre, por el avance de la tecnología, la globalización, el uso de nuevos formatos digitales y claro está, una crisis sanitaria sin precedentes.
Considero que hay tres grandes tendencias que pueden reconfigurar el trabajo post-pandémico:
1- El trabajo a distancia y las reuniones virtuales
Buscar un equilibrio. Reinventarse, mutar hacia el futuro, pero ¿qué quiere el futuro del trabajo?, calidad por encima de la cantidad. El no tener que desperdiciar horas en un transporte (público o privado) para llegar a un trabajo que demandará mucho tiempo fuera de los propios hogares, como también el gozar de espacios y tiempos más amigables en los domicilios particulares, y poder utilizar la tecnología para las responsabilidades laborales sin tener que salir de la casa, o en lugares más a gusto, cambió el paradigma de muchos empleados sobre sus desarrollos profesionales (y humanos)
2- La contracción del tiempo empleado. Calidad de trabajo y calidad de vida.
Con el objetivo de mejorar la productividad, reducir los gastos, desarrollar la creatividad y lograr mejores condiciones de vida, se implementó en los países más desarrollados de Europa y Asia una contracción de la jornada laboral. España fue el último país en sumarse a esta nueva moda. En algunas empresas multinacionales, incluso, se desarrolla un proyecto que lleva el nombre de «Work Life Choice» (Elección de vida laboral) que desafía a sus empleados a «trabajar en poco tiempo, descansar y aprender bien». (Quien suscribe sostiene una teoría del Smart Working que desarrollare al final de mi análisis.
En los países en los que se llevó a cabo esta prueba y en las empresas que participaron, la productividad aumentó un 40% respecto al mismo mes del año anterior, porcentaje que se midió de acuerdo con las ventas que habían realizado los trabajadores, y 90% de los empleados manifestaron estar contentos con la jornada laboral reducida.
La contracción de la jornada laboral aumenta la productividad y genera mayor empleo genuino, permitiendo al mismo tiempo la reducción de conflictos laborales y una mejor calidad de vida para los empleados.
3- La automatización y la innovación tecnología al servicio de la producción
Las conexiones en línea y en tiempo real a través de las TIC han permitido que los trabajadores puedan trabajar en cualquier lugar y en cualquier momento, lo que ha sido llamado como Smart Working o trabajo ágil, el cual refiere a la posibilidad de decidir no solo desde dónde trabajar, sino también cuándo hacerlo (flexibilidad en la jornada de laboral). El Smart Working viene con principios propios. El primero, tiene que ver con la movilidad de la ubicación del desempeño de las tareas; la flexibilidad de la jornada laboral y el cumplimiento de objetivos por parte de la empresa.
Vivimos en un nuevo mundo. La educación, la creatividad, la innovación tecnológica, la ciencia y el capital humano se desarrollan a una velocidad nunca antes vista. Estamos en presencia de lo que algunos llamamos la “Cuarta Revolución Industrial”, otros “El trabajo del Futuro”, sinónimos innovadores que cambiarán para siempre la manera de ver el mundo laboral y los desafíos de una nueva dinámica social con trabajos de enorme cualificación donde aparecerán novedosas demandas con capacidad de dar trabajo a las generaciones futuras.
INVITADO
Juan Pablo Chiesa
Abogado Laborista. UBA. Magister en Empleo y en Políticas Públicas.
Dirigente político y Presidente de Ap´titud Renovadora.
TRIBUNA ABIERTA