Perón en su retorno soñaba sacar al peronismo del sectarismo y convertirlo en una idea respetable para todos. Convoca a un frente que abarca desde los frondicistas a los demócrata cristianos sumando socialistas y conservadores, en ese amplio espectro de forja su gobierno. La clave era convocar a la guerrilla para que asuma responsabilidades y abandonara la violencia. Esa historia será deformada por los intereses en juego, y la guerrilla elije abandonar el gobierno y retornar al terrorismo. Recordemos que asesinan a Rucci pocos días después del triunfo electoral superior al sesenta por ciento. Personajes menores conducían la violencia e imaginaban que “el poder está en la boca del fusil”. Digo personajes menores, la historia demostró que ninguno de ellos tiene siquiera vigencia en el debate ideológico, eran simples cuadros militares carentes de visión política.
Los Kirchner llegan al gobierno sin antecedentes en los derechos humanos ni en políticas productivas, son solo una expresión de la ambición al servicio de los beneficios personales. Los cuadernos impiden toda posibilidad de debate, donde hubo arrepentidos resulta ridículo imaginar la ausencia de delito.
Aquella izquierda que tanto daño nos hizo en los setenta, esa que intenta explicar todo a través de las tres A y López Rega, ese pensamiento menor que entregó miles de vida sin siquiera asumir una autocrítica, esos son los que va a elegir Cristina como compañeros de ruta. En ese proceso están sacando al peronismo de su lugar en la clase trabajadora y corriéndolo al espacio de la izquierda, a ese espacio que Perón jamás acepto compartir. Perón solía decirnos, “evitemos ser sectarios y excluyentes”, uno podría imaginar que como buen maestro se adelantaba a los tiempos y nos decía que no debíamos caer en el kirchnerismo.
Cristina es la razón central de la vigencia de Macri, ella generó todas las agresiones que llevaron al peronismo al lugar de gestor del miedo, ella y su “carta abierta”, ella y sus jóvenes turcos, ellos y sus abusos en el uso del estado y sus riquezas.
El peronismo es más un recuerdo que una propuesta, gobernadores, intendentes y sindicalistas se aferran a sus espacios de poder sin importarles demasiado el rumbo del país. El peronismo es hoy, lo mismo que el radicalismo, un conjunto de burócratas aferrados a sus prebendas. Las ideas no son materia de debate ni confrontación, las complicidades ocuparon su lugar.
Cristina tiene seguidores y espanta el doble de los que convoca, Duran Barba es un mediocre sin valores, solo sabe que necesita de Cristina para un nuevo triunfo de Macri. Solo le pueden ganar a Cristina, con cualquier otro candidato no podrían soportar una segunda vuelta.
Cristina termina siendo la jefa de la oposición y la socia del oficialismo. Mientras siga vigente sus caprichos acompañaran el gobierno de sus enemigos. Absurdo pero real. Igual la crisis de una sociedad sin proyecto se nos viene encima en cualquiera de las dos versiones. Superar a Macri y a Cristina es la única manera de recuperar la esperanza.
Por Julio Bárbaro
Político
TRIBUNA ABIERTA