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20 de abril, 2024

LAURA DIZ. Altas capacidades. Los excluidos de la educación inclusiva.

“Es muy cuestionador”.  “Es el payaso de la clase”. “Se distrae”. “Termina rápido pero comete errores”. “Lee en lugar de jugar en el recreo”. “Se aburre”… 

Aunque parezca una paradoja, algunas dificultades en el aprendizaje o emocionales están motivadas por la falta de atención a una necesidad educativa específica y poco comprendida en la Argentina: las altas capacidades (AC).

Se trata de habilidades excepcionales, en una o más áreas del conocimiento o funciones cognitivas. Esta capacidad es algo potencial y para llegar a su óptimo desarrollo requiere de acciones precisas en el aula. Si esto no sucede pueden manifestarse problemas de salud, trastornos en el desarrollo, conducta o aprendizaje. Según una investigación realizada por la Asociación Civil Altas Capacidades Argentina en 2017,  el 93% de los consultados no recibieron atención a sus necesidades educativas específicas y el  92 % tuvo consecuencias emocionales (impaciencia/ansiedad/nerviosismo, deterioro de la autoestima y conductas disruptivas) por esa carencia.

Dentro de este colectivo, se encuentran los niños precoces (alcanzan hitos antes de lo esperado en comparación con pares de la misma edad); los talentosos (poseen una habilidad destacada en una o varias áreas específicas) y los superdotados (presentan una capacidad muy superior en casi todas las áreas y las combinan e interrelacionan entre sí).


Algunas características comunes son la velocidad y la profundidad del aprendizaje, el  interés por conocer cosas nuevas, la preferencia por relacionarse con niños más grandes o adultos y la alta sensibilidad emocional, entre otros  Los varones suelen ser mayormente reactivos y confrontar la autoridad  (impuesta y sin mediar explicación alguna) por padres y educadores; mientras que las niñas suelen pasar desapercibidas, prefieren encajar socialmente y guardarse lo que saben.


El Estado no posee estadísticas, ni relevamientos en el tema, pero el Servicio de Neuropsicología Área Infantil de la Universidad de Córdoba comprobó, a través de investigaciones propias, que en esa provincia hay un 15%  de estudiantes con altas capacidades. Esta área, que detecta de forma gratuita, brinda asesoramiento y orientación a padres e instituciones educativas, y el programa Alta Inteligencia Jujuy, perteneciente al Ministerio de Educación de esa provincia, son los únicos lugares públicos, donde se atiende y considera particularmente a estos estudiantes.

En todo el mundo, los especialistas coinciden en que estos alumnos deben tener un abordaje diferenciado en el colegio. Pero en la Argentina, la formación académica de profesionales de la educación y la salud, no contiene esta temática; tampoco existen protocolos o programas para asistir a estos chicos, a pesar que el artículo 93 de la Ley Nacional de Educación así lo establece. El año pasado, la diputada Adriana Nazario del bloque Córdoba Trabajo y Producción, presentó un Proyecto de ley, que propone la creación de un “Programa de coordinación para las altas capacidades intelectuales” en el ámbito del Ministerio de Ciencia, Educación y Cultura. El proyecto elaborado en conjunto con nuestra Asociación, espera en las comisiones de Educación y Presupuesto.

Desde la sociedad civil, la Asociación Civil Altas Capacidades Argentina lanzó “Godaci. La primera Guía de Orientación Docente para niños con Alta Capacidades” y prácticamente la única herramienta disponible actualmente para los maestros.Su distribución es gratuita.

Además, la ONG colabora con las autoridades para lograr la atención de estos estudiantes y la creación de un marco normativo pedagógico que los contemple, En este sentido, se han dado algunos avances, sobre todo en el área de Educación Inclusiva del Ministerio de Educación de la Nación, como la incorporación de este tema en un cuadernillo destinado a los docentes, elaborado junto a Unicef, que se espera esté listo antes de mitad de año.

Los niños con “Altas capacidades” mientras tanto se sienten distintos y muchas veces excluidos. Muchas familias no tienen conocimiento de la ayuda que sus hijos necesitan y tampoco los medios y la capacidad económica para ayudarlos. No debería haber tiempo de espera para atender sus necesidades,

Invitada
Laura Diz
Presidente de la Asociación Altas Capacidades Argentina




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