Santo en la Web y en la Red

7 de diciembre, 2024

Magdalena Ruiz Guiñazú. La contracara de la ley del odio.

Murió la gran periodista y señora Magdalena Ruiz Guiñazú. Una periodista de raza. Amaba lo que hacía. Era una mujer al servicio de la noticia y del comentario, de la oportunidad de invitar y discutir. De elogiar y criticar. De construir un reportaje y desconstruir una mentira. De estar atenta permanentemente a lo que sucedía e informar cumpliendo su misión. Todo le interesaba. Era una humanista que destilaba rechazo a lo que se quería imponer como mentira, injusto y grosero. Era una señora con micrófono para decir lo que pensaba con calidad de gran mujer mientras conservaba su rol de inquisidora. Se deleitaba con la música bella, los libros interesantes, los escritores y artistas inquietos, los exitosos en el arte, en el humor y también reporteaba a los políticos para desestructuralos ante actuaciones o ideologías. Era elegante en su vestuario y lo era cuando se lucía como profesional. Fue una leona para defender los Derechos Humanos. Pionera en las entrevistas a los más variados personajes en todas las áreas no dejando nunca de ser ella misma. Era una coqueta que coqueteaba con el micrófono y la imagen por televisión sin dejar de ser la mala de la película cuando hacía falta.

Falleció en un momento crítico para el periodismo democrático que fue y es acusado de ser culpable de desestabilizador político. Murió casi sabiamente y casualmente para que su figura sea destacada por lo que significa ser periodista. Para emocionar a sus discípulos hasta las lágrimas recordando su rol importante en la sociedad como ejemplo de libertad, elegancia y resistencia defendiendo el pensamiento independiente. Dejó este mundo siguiendo estando en todos aquellos que la tomaron de ejemplo y modelo. Justo hoy en el que acusar es más importante que pensar y hacer pensar, en el que una voz y un discurso pueden desafiar a obedientes discursos. Partió y el país está de luto porque fue luz y orgullo cuando se juzgó a los militares asesinos y hoy es una estrella incandescente en el cielo argentino para iluminar a los ciegos que nos gobiernan. Magdalena Ruiz Guiñazú fue una Periodista con mayúscula porque nunca se vendió, nunca dudo, nunca se arrepintió de su decir y pensar. Ejerció un periodismo con idoneidad y vamos a extrañar su voz en los medios de comunicación, su sonrisa, sus opiniones. Magdalena Ruiz Guiñazú fue de los seres que no mueren porque dejan huella.

INVITADA
Martha Wolff
Periodista y escritora

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