Desde que supe del Ballet 40-90 no he dejado de ir a ver, cada año renovado, su espectáculo ¡Bailando la vida 2023!. Porque ir es una transfusión de alegría, de ejemplo y una envidia con buena onda de ser una de ellas danzando. Ir a compartir desde la platea lo que hacen sobre el escenario es maravilloso. El Ballet 40-90 se trata de mujeres grandes entre 40 y 90 años que dejaron la rutina para convertirse a medio camino entre bailarinas y actrices, interpretando músicas tan diversas. Esas señoritas, señoras, viudas, jubiladas, abuelas, desafiando a la tercera edad, ahí están activas y felices de seguir vigentes saldando cuentas vigentes consigo mismas.
El nuevo espectáculo estrenado en el habitué Teatro Empire, el 1 de septiembre, sigue reafirmando lo que creó Elsa Agras cuando convocó a mujeres a recuperar el sueño de bailar, que para muchas había quedado en el baúl de los recuerdos ante las obligaciones familiares y laborales. Esas mujeres que se dieron cuenta que los años pasaron como un soplo y en los que todos habían crecido quedando ellas con cuentas pendientes con sus gustos y placeres. Muchas siguieron a su manera bailando con la escoba, en alguna actividad deportiva, en una fiesta o las tangueras en la milonga, y otras esperando la oportunidad de hacerlo. Y llegó a sus vidas este ballet dirigido desde el 2015 por Gabi Goldberg que con su experiencia logra el rescate de esas ganas de bailar y bailar hasta que los pies y el cuerpo aguanten bajo su tutelaje acompañada en tap por María Eugenia Zaldívar.
En ¡Bailando la vida 2023! 40 mujeres como un ejército entrenado se lucen con sus maquillajes, vestuario, coreografías y humor y varias veces alternando con el público. Los 19 temas elegidos para los 19 cuadros permiten la participación alternada de todas. Esas bailarinas son presentadas antes de comenzar la función en pantalla con un video de cada una con su foto, su nombre, su edad, el año que ingresaron al ballet, su profesión, su actividad y preferencias desde el amor por los nietos, los viajes, la naturaleza o mascotas.
Otro año en el que tengo el privilegio de escribir sobre este lujo de gente con canas y años para seguir en actividad y gozando con las pilas recargadas de ganas de seguir vigentes.
Las mujeres de 40-90 al terminar la función, en doble fila a la salida del hall del teatro, esperan felices a los espectadores para dar gracias a los presentes y recibir a la vez halagos por su trabajo y las coristas por una noche entre las pestañas postizas tupidas que las hacen más sexys y teatrales se secan las lágrimas de orgullo.
Un año más de esta misión cumplida que lleva el nombre de su creadora y continuada magistralmente por Gabi Goldberg.
INVITADA
Martha Wolff
Periodista y escritora