Cómo podés sentirte sola mujer de Buenos Aires.
Vos que vivís en el abrazadero del mundo.
Vos que tenés el tango a tus pies.
Decíme pedazo de mujer sin fronteras
porqué no vas a una milonga y junás
ese milagro argentino que se llama milonguear.
Un tango es tres minutos algo mágico y sin par.
Tango es cabecear, es mirar a los ojos,
es invitación a bailar,
es entregarse y atacar.
Como un ritual si respondés al primer paso,
viene el segundo, arrancás…
y el hombre te acaricia con su brazo,
te sostiene de la mano
y marcando con sus dedos en tu columna vertebral
te hará sentir el ritmo y se entederán sin hablar,
porque el tango es un lenguaje de pasos,
giros, ochos para delante y para atrás,
El tango con sus acordes magistrales te invita a soñar,
y sentirás mujer de Buenos aires que en vez de pisar…volás.
Por eso te pregunto cómo podés sentirte sola en Buenos Aires,
cuando hay un sinfín de milongas para alternar
con hombres para abrazar,
cuerpos para entrelazar, pechos para apoyar.
A través del abrazo comerás del árbol del arrabal,
no es pecar mujer es disfrutar…
Cómo no probaste mujer bailar tango una y otra vez,
ese privilegio de entenderse con un hombre
en lenguaje tan único y porteño corporal.
Cómo no te diste cuenta mujer de Buenos Aires
que el tango triunfó para acercar la pareja,
No es sólo es mejilla con mejilla,
no es sólo pecho con pecho,
ni sólo vértice sensual,
son tres minutos, ciento ochenta segundos, tres siglos de felicidad,..
Cómo podés sentirte sola mujer de Buenos Aires,
vos que vivís en el abrazadero del mundo,
vos que tenés el tango a tus pies
y ese milagro argentino que se llama milonguear.
INVITADA
Martha Wolff
Escritora y periodista
