Santo en la Web y en la Red

16 de abril, 2024

MARTHA WOLFF. Cuadernos para educar.

Para todos los que estamos encerrados en casa, pero activos leyendo e informándonos de lo que pasa en el país y en el mundo, no podemos estar ajenos a lo que va aconteciendo. Y sobre todo frente a hechos de gran gravedad.

La noticia de la distribución de 18 millones de cuadernillos escolares bajo el programa “Seguimos Educando” con un contenido partidario pronunciado en plena epidemia, implica un costo de cuatrocientos millones de pesos, que en plena terrible crisis económica, equivale como ejemplo a que cada chico llevará un cuadernillo a su casa el material, cuando la misma cantidad de padres reciben subsidios. O sea, dado el contenido de los mismos, una metodología de infiltración política partidaria a sus hogares. Esto es un atropello, sobre todo a los mayores de edad, que hemos tenido que leer el libro “La Razón de mi vida”  obligatoriamente.  El año pasado el libro “Sinceramente” también vino a reemplazar la historia argentina “escrito” por otra mujer, ambas iconoclastas por naturaleza para elevarse a salvadoras de la Patria. 

Pero el sagrado ejercicio de la escritura y la investigación me obligó a buscar datos para demostrar que la historia se repite, utilizando a la educación para objetivos propagandísticos. Evita les decía a las madres que antes de que sus hijos dijeran ¡Mamá! debían decir ¡Perón!, y ambos repetían…” Que los únicos privilegiados eran los niños” habiendo podido darles lo que les daban sin necesidad de intromisión de idolatrías.

Por todo esto, y por el respeto a la memoria escrita, aquí va una recopilación del adoctrinamiento de ayer y de hoy, que busca desde el poder imponer sobre la niñez su ideología antidemocráticamente, ya que educar no es adoctrinar.

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FUENTE:
8 de septiembre de 2015  
LA NACION

Cómo eran los cuadernos que repartía el gobierno de Juan Domingo Perón.

La aparición en plazas porteñas de cuadernitos para chicos que llevan la imagen de la Presidenta recuerda una de las políticas educativas de gobierno del general desde 1949.

FUENTE:
https://www.contextotucuman.com/
Jueves, 27 de Septiembre de 2018

Los libritos educativos que se reparten en plazas con la imagen de Cristina Kirchner se conocieron recientemente, pero la impresión de cuadernos infantiles por parte de un gobierno nacional con imágenes del presidente de turno no es una idea nueva en la Argentina.

A partir de 1949, el gobierno de Juan Domingo Perón quiso imponer en las aulas ciertas enseñanzas vinculadas con la doctrina peronista, entre las que se incluía la lectura obligada de La razón de mi vida, la autobiografía de Eva Perón. La medida también se evidenciaba en los libros de texto que proveía el Estado a las escuelas primarias, donde se veían imágenes de la primera dama y del presidente.

A continuación se puede hojear el libro de lectura Evita , aprobado por el Ministerio de Educación de la Nación, impreso tras la muerte de Eva Perón en 1952. Según el libro, Juan Perón era “El Libertador de la República”, y Eva era la “Jefa Espiritual de la Nación”. El material didáctico estaba destinado a los alumnos de Primer Grado Inferior.

Los libritos que se reparten por estos días en las plazas porteñas son impresos por el Área de Comunicación Institucional de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, que pertenece al Ministerio de Desarrollo Social de la Presidencia de la Nación. Depende de Alicia y Cristina Kirchner, respectivamente.

Se trata de cuadernillos de juegos para niños que los niños mayores de 4 años “aprendan sus derechos jugando”. El documento, impreso en 2015, resalta el cumplimiento de los 10 años de la sanción de la ley N° 26.061, de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y en una de sus últimas páginas invita a armar un rompecabezas donde figura una dibujo de la presidenta Cristina Kirchner, vistiendo la banda presidencial. De fondo se ilustra la Casa Rosada.

Estos libros imponía el peronismo en las escuelas públicas hace 65 años:

Algunos fragmentos de tres libros para niños llamados “Alelí”, “Evita”, y “Niños felices”, todos publicados entre 1952-1954. 

Estos “textos escolares”, todos autorizados por el Ministerio de educación, se utilizaban obligatoriamente en 1º y 2º grado de las escuelas públicas en casi todo el país. 
Los tres libros son bastante cortos, y a pesar de que su supuesta función es enseñar a los niños a leer y conocer cosas básicas, en prácticamente todas las páginas se nombra a Evita o Juan Domingo Perón haciendo eco de su enorme bondad y grandes logros. 
Acá algunas de las páginas con las que los niños de 1º grado se encontraban al abrir sus libros: 

El amor a los líderes era, para el ministerio de educación, lo primero que los niños debían aprender una vez que sabían leer.

Pero todo este amor que repartían los líderes no venía gratis, a los niños solo se les pedía ser obedientes y trabajadores.

En el prólogo de uno de los libros en donde se intenta (disimuladamente) justificar el contenido aludiendo de que este no es importante, sino que lo importante es aprender las palabras y relacionarlas. 

Aprobados por el ministerio de educación para las escuelas públicas.

También podemos citar ejemplos de la última dictadura militar.

FUENTES:

Reprimir y discriminar. La educación en la última dictadura cívico-militar en Argentina
 (1976-1983)- Pablo Pineau

Los sectores cívico-militares que ocuparon el poder en Argentina el 24 de marzo de 1976 sostenían que el país se encontraba en crisis a causa de que la sociedad se había desbordado. Por eso se propusieron reordenarla, y para tal no dudaron en ponerse el pomposo nombre de “Proceso de Reorganización Nacional”. Los instrumentos utilizados formaron parte de un proyecto político basado en el estado de sitio, el terrorismo de Estado, la prohibición del accionar de los partidos y sindicatos, la represión de la sociedad, el abuso de poder y la sumisión de la justicia.

¿QUÉ OCURRIÓ CON LA CULTURA Y LA EDUCACIÓN DURANTE LA ÚLTIMA DICTADURA?
La censura y el control cultural estaban claramente centralizados en el Ministerio del Interior, que fue el gran controlador de este tema en la Argentina. Allí funcionaba la Dirección General de Publicaciones (DGP), organismo que disponía del poder de Policía, para controlar el cumplimiento a través de la Policía Federal pudiendo en caso de ser necesario, solicitar la colaboración de las Fuerzas Armadas en todo el territorio nacional. Con ese organismo también interactuaban la SIDE (Servicio de Inteligencia del Estado), los Estados Mayores de las tres Fuerzas Armadas, el Ministerio de Relaciones Exteriores y las dependencias propias del Ministerio del Interior, además de mantener un contacto permanente con el Ministerio de Educación. «Ese intercambio con Educación se producía directamente con una dependencia llamada “Asesor de gabinete” o “Recursos Humanos”, a cargo de un oficial superior del Ejército. Era, en realidad, el espacio institucional dentro del cual funcionaba la delegación del servicio de inteligencia del Ejército que se ocupaba de hacer inteligencia en la red escolar».

ªHernán Invernizzi y Judith Gociol, Un golpe a los libros. Represión a la cultura durante la última dictadura militar, Buenos Aires, EUDEBA, 2002.

Dictadura y Educación. Tomo 3 – Los textos escolares en la …
dialnet.unirioja.es › descarga › libro PDF26 jul. 2018 – 11.
Las pautas de marzo de 1976 dejaban librada la determinación provisoria de los contenidos al trabajo coordinado de los profesores de ERSA, Historia y Geografía, los que a su vez estaban sujetos a los previsibles mecanismos de control a través de la dirección y la inspección de las escuelas. Sin embargo, el 15 de junio de 1976 Videla firmó el decreto N° 1259/76 por el que reemplazaba ERSA por la asignatura Formación Cívica.
ªReprimir y discriminar. La educación en la última dictadura cívico-militar en Argentina (1976-1983).

INVITADA
Martha Wolff
Escritora y periodista




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