Gerardo Korn es fotógrafo alemán-argentino, hijo de padres alemanes de acuerdo a la ley alemana y argentino por haber nacido en Buenos Aires.
Estudió para ser técnico en Administración Industrial pero se dedicó a la fotografía desde chico fascinado con ese arte. Fue su padre el que le enseñó las reglas básicas de la fotografía manual y al cumplir los quince años le regaló su primera cámara. Debido a la muerte repentina de su madre se tuvo que hacer cargo de su progenitor ya mayor y la fotografía quedó rezagada en su vida.
Al retomar esa cuenta pendiente desde hace diez años se dedica a documentar y a registrar a Buenos Aires como una obsesión.
Gerardo Korn no estaba conforme con lo que hacía, se dio cuenta que le faltaba una actividad artística , cultural o intelectual de otra dimensión . Y fue el gran pintor Guillermo Roux quien despertó esa faceta que estaba latente encontrando el equilibrio que buscaba. Así pudo llevar adelante un proyecto internacional de hacer conocer a Buenos Aires sin saber cuánto tiempo le llevaría lograrlo. Fue pasar de amateur a ser el profesional que es hoy. Gracias al gran artista plástico Guillermo Roux aprendió a dedicarse como una obsesión atemporal, a lograr un proyecto en el que se entra en una especie de submundo alejado de la realidad, como el que compartió con ese querido y respetado maestro. Y fue la magia de un encuentro que hizo realidad sus sueño, cuando al mostrarle sus fotos a Roux éste quedó encantado con su trabajo. De inmediato lo invitó a participar como fotógrafo documental del repintado de una diosa que hacía cincuenta años había hecho en su pileta de natación, ya desdibujada por los años, el sol y el cloro.
Guillermo Roux en ese momento tenía 86 años y por una afección de la columna se moviliza en silla de ruedas y desde ese comando decidió redecorarla con un ángel en sus paredes como un desafió. Con sus limitaciones y su alto vuelo artístico comenzaron a trabajar. Fueron cinco meses con una intervención de la toda la piscina lo que significó para Gerardo Korn una experiencia única. Para testimoniar ese hito se filmó una película donde quedó registrado ese hecho artístico en el que se ve al gran maestro manejando sus pinceles con maestría, color y belleza.
Roux con su ejemplo al descender con su silla a la pileta acompañado también por un asistente para continuar a diario su objetivo le dio una gran comprensión del arte independiente de la fotografía y también el llevar a cabo un proyecto a pesar de todo lo que pueda surgir al no darse por vencido ante las dificultades.
Su otro hito como fotógrafo fue la exposición sobre Buenos Aires que se presentó en la Legislatura en el 2016; en el 2017 otra en Alemania con apoyo de la Cancillería y habiendo sido declarada de Interés Cultural por la Legislatura de Buenos Aires en el 2018 .
Gerardo Korn siente por Buenos Aires una pasión.
Le gustan los espacios y edificios sin gente, ya que el ritmo de vida agitada no permite apreciarlos y lo hace para rescatarlos y que la gente pueda apreciarlos mejor. También ama ir a los muy concurridos, como la próxima muestra, que será sobre la Costanera Sur, y fotografiar a sus visitantes habituales para disfrutar del río que baña las costas de la ciudad en esa parte tan particular de Buenos Aires ahora rediseñada de torres, bares y restaurantes.
En una palabra con su cámara ve lo que la multitud mira sin ver.
Gerardo Korn con su documentación artística universaliza la imagen de Buenos Aires detallando con su lente las superficies, los detalles, las distancias, las luces y sus sombras de esta ciudad en blanco y negro. Lo que le apasiona a Gerardo Korn es la gente de Buenos Aires tanto como los paisajes que elige, con el entorno y lo edilicio en los que se mueven los ciudadanos. Las imágenes lo llaman y él las pinta con su ojo captando costumbres, rostros y cuerpos que hablan por sí mismos porque le gusta que a través de sus fotografías la gente se vuelva a enamorar de su ciudad y de sus ignotos lugares.”



INVITADA
Martha Wolff
Escritora y periodista