Se acercan Las Paso y de paso se vislumbra la sed de odio que como le goteo del suero se fue alimentado hacia el desprecio por lo vigente y un sueño dorado de bienestar por lo que vendrá. Basta con escuchar los testimonios anteriores a la propuesta por la ex presidenta para presentarse a las elecciones para verificar que el poder es un droga que produce euforia y que termina destruyendo al consumidor. De todo lo que fui recibiendo en estos días dentro de la locura, la mentira, la fabulación, la denigración, el bastardismo, la blasfemia, la burla, el desprecio y demás calificativos al actual gobierno hoy me ha llegado el colmo de los colmos que lleva como estandarte el robo como método de triunfo. El mensaje dice:
“Si una persona cercana a vos votó a Macri en el 2015 escúchala, explícale, convéncela…
Y ahí le sacás el DNI del bolsillo y salís corriendo.
La paciencia tiene un límite y cuatro años más no da.
A esta propuesta de robo para que no voto el opositor es en suma lo mismo que el candidato Fernández le dijo a la científica en el CONICET. No te va a pasar nada más que ser enemiga que en este caso en un lugar de dignidad frente a la máscara que se han puesto los laderos de turno para gobernar y antes criticar hasta el hartazgo el gobierno anterior.
El proponer robarle al opositor su DNI es como los que hacen votar a los muertos para sumar sufragios y en este caso como desaparecido. Es como haberles dado el DNI a los que viven en los países limítrofes para que los votasen. Es como comprar votos por choripan y un puesto a cambio de un voto mientras les daban migajas a cambio de sus fortunas..
Como periodista podría haberle contestado pero como conozco su filiación preferí denunciar este atropello a la libertad de expresión y el al derecho a disentir.
Invitada
Martha Wolff
Periodista y escritora
