Me pregunto por qué el presidente hará semejante viaje con semejante costo si podría haber hecho todo lo que se proponen por internet como lo hacen todos. El turismo de apoyo que busca, tiene su prolongación con el que tuvo de la oposición al haber estirado las PASO y las elecciones legislativas. El miedo no es sonso y había que armar un nuevo escenario. Ante la desesperación de la “operación fracaso” contra el coronavirus que demostró que este virus resistente al peronismo-kirchnerismo, además el Presidente sale a torear la deuda. Con el desprestigio internacional de nuestro país por la falta de solvencia en la conducción del mismo, más la figura dubitativa que se tiene de la vicepresidenta, esta caravana-comitiva se toma vacaciones de otoño, escapando del clima enrarecido por el disconformismo, y sale a pasear la bronca, viviendo y comiendo en los hoteles más lujosos, recibidos por sus prestigiosos gobernantes, habrá desfile de ropa en las mejores condiciones, transporte, regalos, gastos de protocolo y visita al Papa, que es figurita repetida, suavizando con el encuentro “la ley del aborto” reciente en la Argentina.
Así que se podría haber evitado semejante gasto cuando no hay plata, y la que hay tendría que invertirse en más vacunas para la población. Así saldrá de Ezeiza un cargamento humano que va a discutir una deuda que solo se paga con plata, como todas las deudas. La desconfianza hacia las inversiones son un toque de alarma para los que los van a escuchar, que no se arregla con el abrazo tan canchero de amistad, ni la sonrisa que esconde los discursos de nuestro presidente, como un paciente al que el terapeuta le advierte que tenga que cuidarse de sus arranques de ira para poder tener una comunicación con el otro, sea quien sea.
La Argentina quedará nuevamente en manos de la vice presidenta, que solo quiere ser presidenta, encubrir con sus discursos también agresivos y encubiertos, el beneplácito de que sus admiradores o los futuros votantes la sigan adorando como estampita de iglesia.
De nuevo las primeras planas de los diarios con el recorrido y el programa de actividades de la comitiva, de nuevo los discursos que se los lleva el viento, mientras faltan vacunas, orden, trabajo, esperanza y progreso. Una Argentina que quiere una Justicia a su medida como si fuera un traje.
Todo lo que harán se podría haber hecho por zoom, como lo hace el pueblo que quiere saber de qué se trata. El verbo “ahorrar” no lo conocen y cada día se invierte más en lo inútil como proyecto de estado y partidismo.
Hasta que regresen por una semana el show debe seguir.
INVITADA
Martha Wolff
Periodista y escritora