Santo en la Web y en la Red

26 de julio, 2024

Betina Kraus. Amor en tiempos de pandemia.

Si antes mujeres y hombres tenían problemas en conocer a su media naranja, encarar una convivencia, planificar, tener un amigo con derechos, sexo y rock and roll, ahora qué hacemos…

El mundo tuvo el SARS, SIDA, el Ébola, la gripe española, la tuberculosis, la peste, el cólera y la fiebre tifoidea que marcaron a distintas poblaciones. Pero ahora todos estamos atravesando la pandemia en primera persona.

Lo que muchos de nosotros recordamos fue la pesadilla del SIDA en la década de los 80 y 90 con una tasa de mortalidad muy alta. En ese momento tomó casi una década producir un agente antiviral eficaz. 

Los que atravesamos esa época recordamos los miedos antes de emprender una relación amorosa y en muchos casos la demostración de salud mediante un análisis de sangre como carnet que permitía tener sexo.

Muchos países ante la explosión del COVID 19 marcaron el “deber de abstinencia sexual con otro” sugiriendo abiertamente la masturbación, pornografía, juguetes sexuales y lo que nuestra imaginación nos permita con nosotros como interlocutor.

Las descargas de apps como Tinder, Instagram, Tik Tok, Twitter, LinkedIn, Amigos adultos, Encontrar maduros, Flirt Me, SeniorMeetMe, Parejas en Facebook, Messenger, Telegram florecieron. La app más descargada en el 2020 fue Tinder. Los sitios de pornografía marcaron un boom a nivel mundial.

En el perfil de las apps muchos ponen como valor agregado “vacunado” que paga más que los ojos azules o el 90-60-90. 

El encontrar el amor a la vuelta de la esquina resultó un imposible. Atrás del barbijo apenas reconoces a un conocido, entonces como te va a gustar un desconocido. Quien se anima a levantar a alguien con el cagazo que tenemos de tanta info que nos taladra la cabeza.

En fase 1 la pregunta segura era: ¿Querés que nos encontremos en la verdulería? ¿O en el supermercado? Es de no creer lo que hacía la desesperación del encierro.

El romanticismo fue por ahora y dio paso al amor virtual. Muchos comparten horas online con las camaritas viendo una peli juntos pero separados, cocinando, tomando una copa de vino…pero mucho más descontracturados que personalmente. No se arreglan, se muestran tal cual son y sin tanta vuelta ya que la distancia hace lo suyo y desinhibe. ¿Pero cuánto tiempo podés sostener una relación virtual sin caer en el aburrimiento o desconcierto?

Los “solos y solas” se preguntan cómo revertir esta situación de manera segura. El amor virtual es como un Rivotril pero cuando se va el efecto queda esa sensación de estar solo y de desconcierto afectivo.

La pregunta del millón es si te animas a conocer personalmente a alguien como procedes. Los jóvenes no se hacen mucho quilombo y avanzan. Las hormonas pueden más. Pero los que tenemos ya unos años tenemos miedo. La primera conexión con el otro es tomarlo de la mano, hasta ahí vamos bien. El abrazo con barbijo no pasa nada. Pero el beso que es imprescindible está con el cartel rojo de PROHIBIDO. Se sugiere el sexo con barbijo o sea sin beso. No hay nada menos estimulante que solo pensarlo.  Es tener un profiláctico facial.

Algunos en el chat preguntan. Si me gustas: ¿me vas a dejar darte un beso? Es una pregunta que veíamos venir, pero empezamos a tartamudear. ¿Qué le digo? Nos sentimos como de 15 años, pero ahora no está en juego nuestra virginidad sino nuestra salud y nuestra vida.

Los especialistas escriben y dan notas en los medios de salud sexual vs. salud mental. Dirimen un sinfín de teorías que lo único que hacen es confundirnos y angustiarnos más.

Obviamente afloraron nuevos términos para esta etapa:

Slowdating: Estar más tiempos conectados y centrarse menos en lo físico.

Egodater: Estar más centrados en el bienestar propio y utilizar video llamadas.

Comodating: Estar menos arreglados, como pinta.

Muchos sexólogos investigan y cuestionan si el COVID 19 marcará un cambio en el rumbo de la sexualidad o si esto será solo una pesadilla pasajera.

Me despido con la frase del poeta y escritor Philip Larkin: “Lo que sobrevivirá de nosotros es el amor.” 

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