A veces, no siempre, puede suceder que un sueño se convierta en realidad. A veces, no siempre, se comprende la grandeza e importancia de un pensamiento superador. Entre nosotros una formidable “máquina de impedir”, se pone frenéticamente activa para impedir que soñemos con el país que merecemos.
Los de antes, los de ahora y los que vengan tienen con nuestra gente una deuda enorme que deben saldar. Mientras tanto miles de argentinos trabajan todos los días para mejorar este presente con el fin de que nuestros hijos y nuestros nietos tengan un mejor futuro. No preguntan que ideología tienen ni que religión profesan si a este u a otro candidato. Hacen, construyen, para todos, no para pocos.
81 centros CONIN, todos los días en todas las latitudes de nuestra patria, asisten a pibes y les dan contención a sus familias. Se ocupan y se preocupan. Esta obra inmensa es la que encaró como compromiso de vida este médico mendocino.
La desnutrición infantil es una enfermedad que puede evitarse. La debilidad mental puede evitarse con niños bien alimentados. No hay discurso de ocasión. Hay trabajo concreto. Uno puede sentir que siempre es insuficiente lo que se diga ante la grandeza de esta empresa médico social. Muchos de nosotros doctor Albino, hemos decidido no quedar en deuda con usted. Hemos decidido no sumarnos a los miserables que no toman como prioridad su bandera. Simplemente GRACIAS DOCTOR ALBINO. Gracias por cada pibe que salvo de la muerte. Por cada pibe que no padece una debilidad mental y parecía estar condenado a sufrirla. Gracias doctor por honrar la vida.