“Para mí la fotosíntesis de la moda consiste en transformar un tejido en un elemento tridimensional que cobra vida, logrando atraer nuestra atención y deseo”, explica el diseñador.
La colección CHLOROPHYLL eleva la esencia femenina, envolviéndola en delicadas gasas volátiles y descubriendo a la vista los famosos bustiers invisibles, seña de identidad de la casa. Una nueva interpretación de las reconocidas obras hechas a mano con la que la firma se dio a conocer en la década de los años 80.