Santo en la Web y en la Red

26 de julio, 2024

SANTIAGO MALDONADO

Cuando el tiempo pasa ante un hecho grave que no se esclarece, es inevitable, que se acentúe la agonía de la Justicia.

Si este supuesto le parece correcto, no quedan dudas que la desaparición de Santiago Maldonado cumple con todos los requisitos necesarios para poder inscribirlo en ese marco.

El Presidente Macri debió reaccionar antes. Un mes de su silencio no lo benefició. Si fue su decisión personal, no medió adecuadamente el costo que está pagando. Si siguió los consejos de algunos de sus colaboradores, debe revisar que brújula los orienta porque ese Norte que predican está lejos de la realidad del hoy por hoy de la sociedad argentina.

Solo la palabra “desaparecido” nos remite a la noche más oscura de nuestra historia reciente. Está ineludiblemente, ligada  a una violencia que todavía no podemos dejar atrás. Es una condena que llevamos como distintivo de nuestro ADN desde el mismo momento en que decidimos ser independientes.

Para colmo de nuestros males  nos enredamos  en una discusión que no debe ser eludida para nuestro análisis. “Lo tienen escondido los K”, apuntan desde sectores afines al gobierno…”lo mando a matar Macri”, desde la oposición cegada por las próximas elecciones. Dos extremos miserables. Es reduccionismo, propio de los jíbaros, es tóxico hasta lo letal. Una óptica tan pequeña envilece.

Llamemos a las cosas por su nombre, no viene mal que le digamos, “al pan, pan y al vino, vino”. Muchos miles de nosotros, no de otros, escuchamos o leímos estas sentencias durante los últimos días.

La aparición de un presunto informe secreto de inteligencia sobre lo sucedido aumento la preocupación. Directamente apunta a la responsabilidad de un grupo de gendarmes. La Policía Federal niega, off de record, su autoría. Aunque tres sellos de esa Institución están estampados en el documento. ¿Pueden ser truchos los sellos?. Si. No hay que descartar nada. También pueden ser originales y haber sido utilizados sin ninguna autorización superior.

La familia de Maldonado  sostiene que hay una sola forma de definir lo acontecido: “Desaparición forzada de persona”. Se insistió que la Causa carecía de testimonios de posibles testigos. Ahora los tiene. Concretado ante sede judicial con rostro descubierto y datos de filiación. La investigación fue mala. Plagada de medidas que no se tomaron o se tomaron con demora. En pocas horas más 300 efectivos de la Federal estarán “peinando” el territorio sagrado de los mapuches. Buscaran rastros con georadares, perros, drones y helicópteros. No lo pidió el Juez. Llamativo. Se va a hacer porque el Presidente Macri lo dispuso.

Se cumplirá el protocolo de “búsqueda de personas”, que no necesita autorización de ningún magistrado judicial. También se ofrecerá la protección para que algún testigo quiebre, de existir, un cómplice pacto de silencio

No es casual que se deje trascender esto. Nadie es tan ingenuo.

Es probable que el “arrepentido” exista, y no se anime a dar testimonio por temor a graves represalias.

También hay que considerar que se puede tratar de un hombre, con fuerte convicciones religiosas, que no podría convivir con los delitos que conoce.

Si alumbra la verdad, la impunidad perdería una batalla.

 

Santo

 

Seguir leyendo