Santo en la Web y en la Red

28 de marzo, 2024

33 perforaciones de balas en el cuerpo. Pareja asesinada a tiros. La mujer acribillada.

“Delgada, cutis trigueño, cabellos teñidos de rubio, estimado entre 25 y 30 años”. El hombre, “Obeso, robusto, morocho y entre 30 y 40 años”.

Un hombre y una mujer fueron brutalmente asesinados a balazos y sus cuerpos fueron hallados en un descampado cercano a la ruta 34, en la zona noroeste de la ciudad santafesina de Rosario.

Se tratan de un varón de entre 30 y 40 años y una joven de entre 25 y 30, cuyas identidades aún no fueron confirmadas. Los investigadores corroboraron un macabro detalle: mientras que el hombre tenía dos balazos, uno en la nuca y el otro en el hombro izquierdo, la mujer presentaba 33 orificios de bala en todo el cuerpo (rostro, piernas, tórax, pecho y cintura), y habría sido ejecutada de al menos 15 disparos.

En las diligencias se constató que por la falta de material balístico en el lugar en que fueron encontrados no habían sido asesinados allí, sino que posteriormente arrojaron sus cuerpos entre los pastizales.

Los cadáveres estaban en las inmediaciones de la avenida Suárez y la colectora Juan Pablo II de la circunvalación, a 15 metros de un predio del Instituto de Sanidad Animal (Imusa) donde se forma un sendero entre la vegetación. Estaban cubiertos por trozos de frazadas, un nylon grande y una alfombra de un auto.

Según el informe policial, por esa zona pasó en bicicleta un joven que volvía de la casa de unos amigos, a quien le pareció ver unas piernas de mujer que sobresalían entre unos yuyales. Llegó a su hogar, se lo contó a sus padres y no le creyeron. Al regresar, se topó con el cuerpo del hombre y dio aviso a la Policía.

La descripción aportada por las fuentes indican que el hombre era “obeso, robusto, morocho y de entre 30 y 40 años”. En cuanto a la mujer, “delgada, de cutis trigueño y cabellos teñidos de rubio, se calcula su edad de entre 25 y 30 años”.

Intervinieron en la escena del crimen los efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y el caso quedó en manos del fiscal de Homicidios, Gastón Avila, adjunto de la Unidad de Delitos Dolosos.

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