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28 de marzo, 2024

Ahorcado en su celda. En 2010 fue testigo clave en juicio donde fueron condenados policías por los asesinatos de 3 jóvenes.

Estaba detenido por poseer, supuestamente, documentación falsa. Había recibido amenazas y actos intimidatorio.

Un hombre que en 2010 había sido un testigo clave en el juicio en el que fueron condenados efectivos de la Policía de Río Negro por casos de violencia institucional, en los que fueron asesinados tres jóvenes en Bariloche, fue encontrado muerto en una comisaría de esa ciudad.

Había sido detenido supuestamente por poseer documentación falsa.

Fabián Eduardo Gallardo (27), fue hallado muerto supuestamente ahorcado con una frazada, en una celda de la comisaría 2a. cercana al Centro Cívico.

Según los investigadores, Gallardo había sido detenido en la intersección de las calles Palacios y Albarracín, de Bariloche, por policías que llegaron hasta allí por una denuncia por el robo de un celular.

Si bien en la requisa efectuada de las pertenecías de Gallardo no se encontró el aparato telefónico, los agentes intervinientes constatan la posesión de documentos de identidad que no le pertenecían y, por ello, decidieron aprehenderlo.

Los policías lo llevaron a la seccional y lo alojaron en una celda junto a otro detenido. Luego quedó solo y horas más tarde fue encontrado muerto.

Los policías aseguraron que Gallardo se había ahorcado utilizando una frazada que se les suministra a los detenidos.

El fiscal Guillermo Lista ordenó la realización de la autopsia y le encomendó todos los peritajes a expertos de la Policía Federal, dado que el hecho ocurrió en dependencias de la Policía de Rio Negro.

El fiscal Lista también secuestró las imágenes de video surgidas de las cámaras de seguridad que se encuentran instaladas en el hall y los pasillos de las celdas de la comisaria.

En junio de 2010 cuando tenía apenas 15 años, Gallardo había sido uno de los adolescentes heridos por la represión policial durante una manifestación realizada por vecinos por la muerte de Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas, tras el caso de gatillo fácil contra Diego Bonefoi.

En aquel caso, Gallardo fue un testigo relevante en la causa que incluyó a altos oficiales y exjefes policiales, todos ellos condenados en un juicio oral pero que permanecen en libertad porque el fallo aún no está firme.

Desde esa época en adelante, tanto Gallardo como el resto de su familia denunciaron haber recibido amenazas y actos intimidatorios constantes, que motivaron distintas denuncias por apremio ilegales y amenazas.

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