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28 de marzo, 2024

LADRONES MÁS DE UNA HORA EN UNA CASA. Se llevaron hasta la PlayStation.

Una mujer oficio de ‘campana’.

Paul Wrigth, dueño de una pizzería de Bernal y miembro de la Cámara de Comerciantes de Quilmes, y su hijo de 18 años fueron asaltados por 4 delincuentes armados que ingresaron a su casa de Bernal.

Se llevaron dinero, sus teléfonos celulares, joyas y hasta la PlayStation, en la moto de una de las víctimas y en un auto que habían robado antes.

3 hombres ingresaron por el fondo de la casa y redujeron al joven de 18 años a quien le pidieron que le entregue todo el dinero que había en la casa.

le dijo donde tenía el dinero guardado y uno de los delincuentes lo encerró en una de las habitaciones mientras lo amenazaba con un cuchillo tipo tramontina.

Los otros 2 delincuentes le sustrajeron alhajas, relojes, monedas de colección.

Wrigth contó en declaraciones al canal de noticias TN que, tras apoderarse de una suma de dinero y objetos de valor, uno de los delincuentes se escapó del lugar, a bordo de un auto Toyota color gris que acababan de robar y que se hallaba en la puerta de la vivienda con una mujer que oficiaba de campana.

“Los otros dos se quedaron a esperarme a mi. Yo llegué unos minutos después a bordo de mi moto y cuando ingresé me llama mi hijo desde la planta alta. Cuando subo, lo veo maniatado y los dos delincuentes con cuchillos”, contó el comerciante.

Luego de atarlo, los dos asaltantes le exigieron más dinero y hasta amenazaron con torturarlo con una plancha caliente.

“Les di todo lo que me pidieron y se fueron en mi moto, una Honda Transalp”, dijo Wrigth.

Los delincuentes permanecieron más de una hora en su casa.

Los delincuentes le robaron unos 500 dólares y una suma aproximada de 25 mil pesos, como así también joyas, teléfonos celulares, la consola PlayStation, relojes y otros objetos de valor, según fuentes de la investigación.

Algunas de las pertenencias robadas fueron recuperadas luego de que desde un auto arrojaron un bolso a pocos metros de un control policial, dándose a la fuga hacia uno de los ingresos a la Villa Itati de Quilmes.

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