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7 personas fueron detenidas acusadas de integrar una banda que cometió en Tucumán el narcosecuestro de un hombre de nacionalidad boliviana que actuaba como «mula» y a quien sus captores torturaron con un taladro para que se pague un rescate de 50.000 dólares.
Anque la organización quedó desarticulada, la víctima aún no apareció.
Todo se inició cuando un ciudadano boliviano de 56 años se presentó en un Juzgado de Paz de la ciudad jujeña de La Quiaca para denunciar que su hijo de 33 años había sido secuestrado.
El hombre fue derivado a la Delegación La Quiaca de la Policía Federal (PFA), donde radicó formalmente la denuncia.
Explicó que su hijo había partido de su domicilio en la ciudad boliviana de Cochabamba hacia la provincia de Tucumán, presuntamente para hacer trabajos en una obra en construcción, pero que al cabo de unos días comenzaron a recibir vía WhatsApp comunicaciones extorsivas en las que les informaban que lo tenían secuestrado.
Los secuestradores se comunicaban con la pareja de la víctima, en Bolivia, y exigían un rescate de 50 mil dólares por su liberación.
A modo de «pruebas de vida» y como método de presión a la familia para que pague el rescate, los secuestradores enviaron mensajes de audio y videos donde se veía cómo torturaban a golpes con un rebenque y con un taladro a la víctima.
Tras las primeras averiguaciones, los investigadores pudieron determinar que la víctima se dedicaba a traer droga desde Bolivia, es decir que trabajaba como «mula», y que el suyo era un «narcosecuestro».
Los efectivos realizaron amplias tareas de campo y de análisis telefónicos, mediante los cuales lograron identificar a todos los integrantes de la organización criminal, entre los que había mujeres, una de las cuales, incluso, fue la que realizó las comunicaciones extorsivas, todo ello vinculado al tráfico y comercialización de drogas.
La fiscalía federal 2 de Tucumán emitió un comunicado en el que resaltó que «para la identificación final de los autores del hecho, se solicitó la intervención del personal del Departamento de Inteligencia Criminal de la Policía de Tucumán, que en el transcurso de 12 horas confirmó la ubicación de los responsables».
El fiscal ordenó 8 allanamientos en la ciudad de San Miguel de Tucumán y alrededores, que se hicieron el miércoles pasado por la noche, donde se logró la detención de un total de siete personas, tres hombres de 29, 31 y 32 años y cuatro mujeres, de 26, 32, 34 y 36, varios de los cuales tenían antecedentes penales y pedidos de detención vigentes por otras causas.
TRIBUNA ABIERTA