Secuestraron el rifle que sería el arma homicida.
Un hombre de 72 años fue asesinado de un disparo en la cabeza en su casa.
Por el crimen detuvieron a su nieto de 18 años, quien le confesó el hecho a su propio padre.
El acusado luego del homicidio regresó a su domicilio y se acostó a dormir.
Se despertó, le confesó el crimen a su padre y escapó hacia un monte.
El padre del sospechoso fue quien alertó de lo sucedido a la fuerza policial.
Este hombre fue quien, a su vez, halló a la víctima tendida en el suelo de su vivienda. La médica policial examinó el cuerpo de la víctima e informó que presentaba “una herida contuso cortante de características estrelladas en la región frontal izquierda, de 3.5 centímetros por 1.5 centímetros, con lesión ósea, compatible con herida de arma de fuego con orificio de entrada, sin orificio de salida”.
Se secuestró un rifle de aire comprimido modificado de calibre 22, que se cree podría ser el arma homicida.
El joven fue detenido durante un operativo cerrojo.
Pasó en la ciudad misionera de Cerro Azul .
