La tragedia sucedió en el Estado de Río Grande do Sul de Brasil, en la ciudad de Imbé. Dos niños salieron a cazar pokemones al río Tramandaí en una embarcación pesquera de fibra de vidrio, sin la compañía de un adulto. Poco después de partir, el navío se dio vuelta. Uno de los niños logró nadar hasta la orilla, pero el otro identificado como Arthuar Bobsin murió ahogado.
El cuerpo del nene fallecido fue encontrado 7 horas después por los organismos de rescate y los bomberos de la empresa Transpetro.