El episodio ocurrió en el partido de La Matanza cuando 4 ladrones ingresaron a una propiedad con un arma de juguete y cuchillos para asaltar a los propietarios que eran dos hermanos, uno de 18 años y el otro de 26.
El hermano menor forcejeó con uno de los delincuentes logrando sacarle el cuchillo y apuñalándolo.
El apuñalado de 30 años llamado Fernando Villalba murió en la puerta de la propiedad, mientras que los otros 3 lograron escapar.
El joven que mató al ladrón fue liberado por «legítima defensa» pero los familiares del delincuente no dejan de amenazarlo y ya dejaron de ser amenazas para convertirse en realidad: la casa donde ocurrió el episodio fue quemada.
Los dueños de la vivienda no pueden habitarla porque no está en condiciones y porque además, no tienen seguridad.
Este caso se asemeja al del médico de Loma Hermosa que mató a un ladrón, de acuerdo a su abogado en «defensa propia».
La gran similitud es que la familia del médico también fue amenazada por los familiares del ladrón fallecido.