El ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, volvió a arremeter contra el círculo más cercano de Cristina Kirchner, tal como lo había hecho hace un mes y medio.
Tras criticar a los «compañeros» peronistas que apoyaron la reforma previsional, Fernández se distanció de La Cámpora y del jefe de esa organización, Máximo Kirchner.
Esta vez, las críticas se debieron a la actitud de la agrupación ante el proceso de reorganización del peronismo. El ex jefe de Gabinete cuestionó la decisión del cristinismo de no realizar alianzas con otros sectores. «Se creen buenos, angelicales, impolutos, y que el resto de los peronistas son todos malos, sucios, feos«, lanzó, en referencia a Máximo Kirchner y a los miembros de La Cámpora. Agregó además, que «nadie es santo» y que «hay que tratar de conciliar entre todos los sectores«.
Desde la organización que conduce Máximo Kirchner no emitieron ninguna respuesta. Se limitaron a aclarar que desconocen el origen del enojo, pero admitieron que comenzó durante el cierre de listas en la provincia de Buenos Aires.