“Es un escándalo de corrupción de magnitud nacional e internacional”.
El presidente Javier Milei, designó mediante un decreto a Ariel Lijo y Manuel García Mansilla como jueces de la Corte Suprema.
La decisión rápidamente generó críticas generalizadas por parte de varios referentes políticos de la oposición. Entre ellos, Elisa Carrió, quien cuestionó la decisión de manera enérgica.
“Desde el punto de vista institucional y republicano, es un verdadero horror.
En cuanto a Lijo, es un escándalo de corrupción de magnitud nacional e internacional”.
Las designaciones de Lijo y García Mansilla son para cubrir las vacantes en el máximo tribunal que quedaron tras las salidas de Elena Highton de Nolasco en 2021 y de Juan Carlos Maqueda a finales del año pasado.
