Cada día a las 7:15, los Granaderos se encargan de elevar la bandera argentina. Casi doce horas después, a las 7 de la tarde, una nueva delegación vuelve a bajarla. En esta oportunidad un pequeñín de dos años acompañó al Regimiento en su rutina. Se llama Mateo, es oriundo de Río Gallegos y no sólo hace el paso, también canta el Himno y la Marcha de San Lorenzo. Una ternura que enorgulleció a todos.
La escena fue grabada mientras los granaderos realizaban la ceremonia de arriado de la bandera en Plaza de Mayo, y el niño, vestido como un miembro más, los acompañó durante todo el trayecto. De esta manera, Mateo pudo cumplir su sueño, ya que hacía poco tiempo había presenciado un desfile por el aniversario de la muerte del General San Martín y a partir de esa experiencia dijo: “No quiero el traje de Spider-Man, quiero el de un granadero”, contó su mamá.
En los próximos días el pequeño de dos años tendrá la oportunidad de vivir la experiencia completa, ya que uno de los granaderos que marchó junto a él, lo invitó al Regimiento y a montar un caballo. “Nunca había visto a un niño haciendo esto con tantas ganas y tanto orgullo“, contó.
