Diego Pirota y Débora Lichtmann, abogados de la familia de Débora Pérez Volpin, pidieron que se llame a declaración indagatoria al médico Diego Bialolenkier y a la anestesista Nélida Puente por la muerte de la periodista y legisladora porteña ocurrida el pasado 6 de febrero.
En un escrito de 10 páginas, los letrados detallaron el paso a paso del “homicidio cometido por negligencia e impericia en su profesión“. La querella remarcó que todos los testigos confirmaron que Débora ingresó totalmente sana a la Clínica Trinidad.
“El médico Diego Bialolenkier logró ingresar con el endoscopio hasta la segunda porción duodenal, no sin antes provocar con su intervención una perforación del esófago torácico”, describieron. A partir de esta herida se produjeron una serie de hechos que desencadenaron su muerte.
Los abogados describieron que el endoscopista “lisa y llanamente la perforó, y el aire que se le insuflara comenzó a expandirse por diversos órganos hasta provocar el colapso e insuficiencia de los mismos“.
La anestesista Nélida continuó con con el estudio y “se encontró ante una evidente perforación, por lo que no tuvo mejor idea que insuflarle más aire a una paciente que se encontraba en crisis cardiorespiratoria con motivo del aire ya insuflado por el endoscopista”.
“Por sus acciones así como por las omisiones en que incurrieron, cada uno desde su rol, contribuyeron a empeorar el cuadro hasta provocar la muerte de la paciente de forma violenta”, sentenciaron y pidieron que se los indague por las presuntas maniobras de encubrimiento del hecho.
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Débora. “Fue una muerte violenta”. Le perforaron el esófago.