Hace 29 años que está preso por matar a sus padres, a sus hermanos y su tía.
Luis Fernando Iribarren, conocido como el “carnicero de Giles”, fue detenido en Santiago del Estero, después de estar prófugo por más de diez días.
El condenado a prisión perpetua por el asesinato de cinco miembros de su familia tenía salidas transitorias de la Unidad 26 de penal de Lisandro Olmos, en la ciudad de La Plata, y aprovechó ese beneficio para fugarse.
Iribarren fue capturado mientras caminaba por la localidad de Villa Atamisqui, a unos 121 kilómetros de la capital santiagueña, junto a su perro.
Había viajado desde Buenos Aires en un Peugeot 504 y fue visto manejando en una ruta de Santa Fe.
La Justicia podría revocarle las salidas transitorias, privilegio que le permitía asistir a un curso de extensión en la Universidad Nacional de La Plata.
Quién es el carnicero de Giles, uno de los asesinos más escalofriantes de la Argentina
La historia del “carnicero de Giles” es tan perturbadora como trágica. En 1986, en la pequeña localidad de San Andrés de Giles, en Buenos Aires, Iribarren, entonces de 21 años, se quedó solo tras supuestamente haber sido abandonado por su familia, que se habría mudado a Paraguay.
En 1995, después de la desaparición de Alcira Iribarren, la tía de Luis, los vecinos alertaron a las autoridades por un fuerte olor en el patio de la casa que compartían.
Al investigar, la Policía descubrió el cuerpo de Alcira, asesinada brutalmente con un hacha. En su confesión, su sobrino reveló que había asesinado a sus padres y a sus dos hermanos menores en 1986 y que los había enterrado cerca de su hogar.
El “carnicero de Giles” justificó estos crímenes diciendo que “quería aliviar el sufrimiento” de su tía enferma y que mató a sus padres y hermanos tras una discusión. En un relato perturbador, describió cómo cerró los ojos y disparó varias veces a su familia mientras dormían, antes de enterrar sus cuerpos en un chiquero del campo que tenían.