Santo en la Web y en la Red

14 de septiembre, 2024

Asesino serial. Se fugó de la cárcel el “carnicero de Giles”. Fue a la facultad y no regresó más.

Mató a toda su familia.

Luis Fernando Iribarren, de 66 años es uno de los asesinos seriales del país. El miércoles salió la Unidad Penitenciaria 26 de Olmos rumbo a sus clases en la Facultad de Derecho de la Universidad de La Plata y no regresó más.

Hace 29 años que estaba tras las rejas y se lo conoce como “El Carnicero de Giles” por el asesinato de toda su familia  por lo que fue condenado a cadena perpetua.

En 1995 vivía en San Andrés de Giles. Alcira Iribarren, una mujer de 63 años tenía cáncer y nadie sospechó cuando su sobrino Iribarren, afirmó que había viajado para tratarse en la Ciudad de Buenos Aires y fallecido por la enfermedad.  Per al tiempo los vecinos sintieron un olor desagradable e hicieron la denuncia. 

Iribarren, que tenía 36 años, confesó a los policías que la había matado de varios hachazos en la cabeza. “Me jodía que sufriera, y la maté por piedad”, declaró y relató que cavó una fosa en el patio del hogar donde vivían y la enterró. 

Pero no fue todo que confesó. En 1986 había  matado a toda su familia. El homicidio múltiple había ocurrido una madrugada de fines de julio de 1986. Las víctimas eran su padre, Luis Juan Iribarren, de 49 años; a su madre Marta Langebbein, de 42, y a sus hermanos Marcelo, de 15, y María Cecilia, de 9.

Convenció a todos sus vecinos que los cuatro habían huido a Paraguay al no poder saldar una deuda.

“Todos se habían puesto en contra mío. Vivíamos en un clima de tensión y distanciamiento”, declaró ante el juez y reveló que luego de matar a su hermano le cerró los ojos y le dijo: “Negro, por qué te hice esto si yo te quería”. La policía tardó dos meses en hallar los cadáveres, a metros de un chiquero de chanchos.

Durante 9 años nadie sospechó de él. Estuvo en pareja desde los años 1991 a 1993 y tuvo dos hijos.

Tras confesar los cinco homicidios nen 1995 quedó preso y terminó siendo condenado  a reclusión perpetua por matar.

Seguir leyendo