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6 de octubre, 2024

Empresario descuartizado. Un detenido acusó a otro del homicidio.

Vargas acusó a Pilepich por el crimen de Pérez Algaba.

Nahuel Vargas, uno de los principales sospechosos y el último detenido por el crimen de Fernando Pérez Algaba, empresario descuartizado, acusó ante la Justicia a Maximiliano Pilepich de haber sido el autor del crimen del empresario y señaló a otro de los imputados como la persona que descuartizó el cadáver.

En su indagatoria ante el fiscal admitió que “Lechuga” Pérez Algaba recibió dos balazos por la espalda mientras cambiaba unas “lamparitas” en una de las oficinas que habían sido montadas en el establecimiento inmobiliario “Renacer”, de General Rodríguez.

Esa construcción fue demolida tras el crimen para “tapar” el hecho.

Afirmó tras el crimen, el autor de los disparos le dijo: “Ya está, no aguantaba más, hay límites”.

Vargas relató al fiscal que entre las 16 y las 16.20 del 18 de julio pasado se trasladó hacia el predio “Renacer” en la camioneta Range Rover Evoque blanca con techo negro a pedido de Pérez Algaba, porque éste quería encontrarse con Pilepich (45) para reclamarle una suma de dinero que le debía..

Según dijo, la discusión se originó porque Pilepich le dijo a Pérez Algaba que no le iba a poder saldar la deuda que mantenía con él, de unos 50 mil dólares.

Explicó que tras una conversación en duros términos que mantuvieron sentados alrededor de una mesa en las oficinas, decidieron salir a comprar a un supermercado chino unas gaseosas y energizantes y, allí, Pilepich compró “lamparitas para iluminar la casa de campo (de Renacer) porque se estaba metiendo gente”.

La primera de las detenidas por el hecho, la mujer trans Alma Nicol Chamorro que fue quien tenía en su poder la valija roja en la que fue hallado el cadáver del empresario, fue excarcelada a pedido del fiscal del caso.

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