Un delivery hizo la denuncia.
Un túnel de unos cuatro metros de profundidad fue realizado por un grupo de delincuentes que cavó para intentar robar un banco.
Un detalle frustró el delito.
Una vía subterránea hecha de manera profesional y cautelosa se desplegaba y estaba a menos de dos metros del perímetro de una sucursal bancaria.
El túnel comienza en un viejo taller de chapa y pintura.
Fue una varilla la que generó preocupación de los vecinos y el posterior trabajo de los operarios de la municipalidad.
En primer lugar, un repartidor se sorprendió por este pequeño fierro cuando intentaba estacionar su camioneta. Esta misma situación, afectó a un camión de caudales que también quiso estacionar y tuvo inconvenientes.
Junto al testimonio de una vecina y un peluquero, que alertaron de este extraño objeto, provocó la intervención del personal municipal.
La propia policía bonaerense explicó que se trata de un trabajo que llevaba entre 6 y 9 meses.
Cuando el personal ingresó al túnel se encontró con baldes, sogas, paredes resguardadas con madera, vigas para subir bolsas y hasta una escalera por la cual se supone que entraban y salían. Es por esto que los investigadores sospechan que se trató de personal especializado y de hasta la participación de ingenieros.
Les faltaron 6 metros para llegar a la bóveda.
Pasó en San Isidro.
