Santo en la Web y en la Red

16 de abril, 2024

Estamos condenados al éxito

El horno no está para bollos…En el día de ayer la Corte Suprema ordenó retrotraer el precio de las tarifas residenciales, la re facturación de la mismas  y la convocatoria de  Audiencias públicas, y si bien reconoce al Poder Ejecutivo la facultad de fijar tarifas, determina que las mismas deben ser  razonables.

Hasta aquí  nada gravísimo, se trata solo del funcionamiento de los contrapesos del sistema republicano y de las facultades de control constitucional  que ejerce la Corte Suprema.

Como punto positivo las instituciones funcionaron  e inmediatamente el Jefe de Gabinete en conferencia de prensa  manifestó  la voluntad del Poder Ejecutivo de cumplir con el fallo de la Corte y se convocaron las nunca tan bien ponderadas  Audiencias Públicas.

Nadie sobreactuó y no se acusó ni a los medios, ni a ningún miembro de la Justicia de querer minar al gobierno del compañero Mauricio.

Como punto negativo es que todo esto podría haberse evitado cumpliendo oportunamente  con la convocatoria a las Audiencias.

Claramente, el gobierno demostró cierta impericia en el manejo de la cuestión tarifaria  y a diario veo casos de personas conocidas o que han recibido las facturas con aumentos muy significativos y otros casos en los que siguen pagando tarifas ridículas.

El capital político es un activo que, si no se cuida, corre el riesgo de erosionarse rápidamente y dicha erosión tiene consecuencias sobre la vida económica de todos nosotros.

El Poder Ejecutivo cometió el mismo error que tuvo al pretender designar a los dos nuevos miembros de la Corte sin cumplir con los  requisitos formales y nuevamente tendrá que  dar marcha atrás.

En pocos días más tendremos una andanada de reclamos  judiciales sobre las tarifas no residenciales, sobre la luz y sobre el agua, seguramente la Corte Suprema fallará en consonancia con la sentencia del día de ayer.

A los lectores jóvenes les cuento que durante la  guerra civil española, la consigna de los Republicanos, que enfrentaban el cerco de Madrid, era ” No pasarán”.  Ayer nuestros Supremos Magistrados les dijeron a los consumidores Argentinos “No Pagarán”.

Por lo tanto, restablecida la felicidad energética, podremos concentrarnos en los verdaderos problemas de la Nación.

1) ¿Comenzará el fútbol de 1era. División?  2) ¿El Patón Bauza nos  conducirá a la clasificación para el mundial de Rusia?  3) ¿Qué será de la selección de básquet después  del retiro de los fantásticos Ginobili, Scola  y Nocioni? 4) ¿La Leonas  volverán a ser las mismas que nos cubrieron de gloria? 5) ¿Messi  rendirá como todos los Argentinos de bien esperamos?

Como buena parte de los Argentinos, entiendo que  los temas arriba enunciados son nuestros verdaderos problemas y nadie podrá hacerme creer que la inflación, la inseguridad, la cuestión tarifaria, los niveles de empleo, el gasto público y la corrupción,   no son sino pantallas para eludir la solución de temas tan trascendentales.

A mi francamente me importa un bledo que Aerolíneas Argentinas pierda algunos cientos de millones de U$ por año, lo que me importa es que sea nuestra, gloriosa y con los colores patrios.

No me importa dos belines si nos quedamos sin energía, lo que  me importa es  la soberanía energética.

No tengo ningún interés en saber el importe de las tarifas, ni siquiera voy a abrir los sobres, ya que estoy seguro que algún magistrado sensible va a suspender esos aumentos de manera indefinida.

Nada más ajeno a mí que saber cómo subsistirán las compañías que proveen los servicios públicos.

Me parece simpatiquísimo que algunos gobernadores  tomen deuda para pagar sueldos de los empleados públicas.

Me parece mucho más importante si podré ver los partidos de la gloriosa Academia en HD  de manera gratuita.

Me parece ridículo que a algunos  les importe el gasto público y consideren que el mismo debe reducirse. Por el contrario yo sostengo que necesitamos un estado cada vez más presente que se ocupe de  todos y también de todas, que se multipliquen las reparticiones, ministerios, direcciones, sub-direcciones, secretarías y todo tipo de órganos, de manera tal, de tener más funcionarios probos que velen por la felicidad de todos nosotros.

Para cada necesidad un Ministerio.

 Los poderes públicos, en lugar de hostigar al  Ministro Aranguren para que de explicaciones en el Congreso, deberían dar explicaciones al Vasco Olarticoachea que ni siquiera nos hizo pasar la primera rueda.

Mr. Market

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