“Los golpes de la vida son peores que los del ring porque no los esperás”.
A 16 años de que Alejandra “Locomotora” Oliveras se coronara campeona mundial supergallo de la WBC en México, la boxeadora recordó un triste episodio que vivió a pocos días de la pelea. “Encontré a mi marido en la cama con mi hermana”, dijo.
“Me quería morir, fue una puñalada por la espalda. Para no llorar, entrenaba, porque sentía que no podía suspender el sueño de mi vida. En ese momento él era el amor de mi vida y tardé un año en estabilizarme”, comenzó diciendo en diálogo con el programa Todo Pasa, por Radio Urbana.
“Me fui a México con el corazón destrozado, creo que me vengué con Jackie Nava por lo que me había pasado”, bromeó en referencia a la final que peleó en 2006.
Acorde a su relato, Oliveras señaló que los momentos previos a la competencia fueron muy duros para su situación personal: “Dormía en un colchón en el suelo y trabajaba en cinco gimnasios para darle de comer a mis hijos”, afirmó.
Asimismo, también explicó que si bien logró perdonarlo tras la terrible traición, decidió no volver a estar con quien era su esposo. “Los golpes de la vida son peores que los del ring, porque no los esperás”.
“La pelea mas dura es la vida, es levantarte todos los días y decir ‘no voy a aflojar'”, concluyó.
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