Santo en la Web y en la Red

28 de marzo, 2024

Sergio Lapegüe. “Ojalá sea lo último porque no doy más”.

“Pasé una noche horrible, sin respirar”.

El periodista Sergio Lapegüe se refirió a su estado de salud desde el Sanatorio Juncal de Temperley, donde sigue internado luego de que se complicara su cuadro tras haber contraído coronavirus. “La verdad estoy sin fuerza”, expresó.

“Pasé una noche horrible, sin respirar”, indicó el conductor sobre su evolución. Sigue teniendo fiebre alta, como en los primeros días desde que le confirmaron que había dado positivo de Covid.

En diálogo con Teleshow, Lapegüe contó que tiene afectado su pulmón derecho y que los médicos decidieron aplicarle plasma dos veces. “A la hora y media volví a revivir. Es impresionante”, destacó.

El presentador radial y televisivo ya superó la semana de internación y entiende que los síntomas tendrían que disminuir a medida que llegue el décimo día desde que tuvo el primero.

“Ojalá sea lo último porque no doy más. Es una pelea día a día, la verdad es que estoy sin fuerza”, concluyó el comunicador que se habría contagiado tras viajar con su familia a República Dominicana. 

Por otro lado, el periodista realizó una publicación en su cuenta personal de Instagram, donde recalcó el aspecto “solitario” de la enfermedad. “La soledad. Estar aislado. No querer ver a nadie. Estar a oscuras por necesidad. No podes prender la tele, simplemente porque no queres escuchar nada”, comenzó diciendo.

“Solo siento los pasos de los tremendos servidores públicos que van de un lado a otro por el pasillo del COVID. Médicos, enfermeros, personal de limpieza, de servicio a la habitación. Que se arriesgan cada minuto para que los pacientes puedan cursar esta enfermedad tan desconocida como rara, de la mejor manera sin secuelas. “Los héroes”, como los llamamos al principio, se acuerdan? Cada vez que tienen que entrar a cada cuarto se visten con ropa nueva la que se quitan cuando se van. Y la descartan en un cesto para no llevar el virus. Y de pronto controlan el oxigeno en sangre y satura bajo, ahí te ponen oxigeno para respirar mejor. Y viene la experimentada enfermera y te inyecta antibióticos o corticoide, o un anticoagulante, para evitar una posible trombosis”, prosiguió.

“Y un mazazo cae sobre tu cabeza, que te desploma sobre la cama. No queres levantarte. Solo que pase el tiempo y que el virus se vaya cómo llego. La fiebre alta se acostó en mi cama y aún permanece. Debo reconocer que estoy pasando por varios estados. Van y vienen. Dolor de huesos, de espalda, fiebre, tos, descompostura, desgano, dormitar a cualquier hora, y a veces te agitas, te falta el aire. Algo que conozco bien por mi asma. Por suerte la neumonía está controlada, el virus no se expande, tal vez gracias al Plasma de convaleciente, está en el mismo lugar, ahí en el pulmón derecho, cerca del corazón. Y con el corazón les hablo siempre. Muchas gracias por todos los mensajes de aliento y apoyo”, agregó.

Y cerró agradeciendo a sus seguidores: “De verdad me emocionan. Y son innumerables. Aunque sé qué hay gente mal intencionada. Que se alegra de los problemas del otro. Que opina sin saber. Ojalá puedan dejar de odiar o envidiar porque eso es malo para el corazón de cada uno de ustedes. El virus no lo traje del viaje. Lamentablemente me contagie acá. Se los digo de corazón. Un amigo”.

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