“Acá el presidente soy yo y puedo hacer lo que quiera”
Sus dichos confirmaron que el ex jefe de Estado violentó físicamente a Fabiola cuando tenía 8 meses de embarazo.
Myriam Verdugo, la madre de Fabiola Yañez, fue una de las testigos claves que declararon en al causa por violencia de género contra Alberto Fernández.
Sus dichos confirmaron que el ex jefe de Estado violentó físicamente a Fabiola cuando tenía 8 meses de embarazo.
“Acá el presidente soy yo y puedo hacer lo que quiera”, le dijo a la mujer después del episodio.
Según relató, luego de nacimiento del nene era habitual que Fabiola volviera a la casa de huéspedes golpeada “con un bife recién puesto”.
“Llegó con 4 dedos marcados en la cara”
“La violencia verbal la vivimos siempre, hasta el último día que él estuvo en España”.
“Su amenaza era que nosotros no éramos nadie, que le iba a sacar al chico…”.
“Él me quería convencer de que mi hija estaba loca, que había que llevar al médico y siempre me llamaba a mí por todo eso, pretendía que yo arregle los problemas que él generaba”,
Alberto Fernández “conoció una chica sana limpia y la convirtió en un despojo humano”.
Verdugo también contó que estuvo presente el día que Fernández envió a un asistente con un sobre con dinero para que Fabiola se hiciera un aborto en 2016.
“El gordo Rodríguez le llevó la noche anterior un sobre con papel madera con plata para que se saque al nene al día siguiente”, dijo.
Escuchó por teléfono “ahí te mando el dinero para que mañana soluciones eso… que no pase de mañana”.
“Siempre bajo sus normas, bajar sus redes sociales, dejar a sus amigos..:”
La foto de la fiesta de Olivos fue un punto de inflexión. “Todo fue para peor para ella”
“Era todo lo días la misma queja de Alberto “por tu culpa perdí la elección”; “por tu culpa voy a perder todo”.
La mujer precisó que vio a su hija con el ojo en compota cuando viajo a Misiones. “Yo sabía lo que era, el médico sabía lo que era, todos sabían lo que era pero todos se callaban”.
“Pero a mi no me podía mentir…a mi me dijo lo que había pasado”.
“Le dije ella estaba abusando como nunca de esos ansiolíticos y del alcohol y que Alberto sabía…que había que hacer algo..”. “Hicieron oídos sordos”
, Alberto iba a la casa “a gritar, golpear puertas, a insultar, a que volviera, a que no se enteraran de lo que estaba pasando”.
“Alberto no aceptaba que Fabiola ya lo había dejado”.
Fabiola era como “una rehén económica”