Las atienden sus hijos y asesores.
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro cambió su número de celular por temor a ser interceptado por la Justicia brasileña que investiga el ataque a los edificios institucionales.
También redujo la cantidad de llamadas y mensajes intercambiados por aplicaciones, delegando a asesores e hijos el hablar sobre temas políticos delicados para evitar exponerse.
Bolsonaro, quien estuvo hospitalizado en Estados Unidos la semana pasada por una obstrucción intestinal, se aloja en un departamento del exluchador de artes marciales José Aldo, su simpatizante, a pocos minutos de los parques de Disney.
SEGUIR LEYENDO…
