Pero será recién cuando terminen las reformas.
El rey Carlos III y su esposa, la reina Camila confirmaron de forma oficial e inesperada que dejarán el que ha sido su hogar durante 20 años, Clarence House, y se trasladarán al palacio de Buckingham.
No lo harán de forma inmediata. Con motivo de la publicación del informe anual sobre la subvención de la Corona, los responsables del palacio también han dado a conocer los planes de futuro del monarca, explicando que sus majestades no se mudarán al icónico edificio londinense hasta 2027.
El traslado tendrá lugar cuando finalicen las obras de sus apartamentos privados, dentro de cuatro años. Los apartamentos están situados en el ala norte del palacio, que no estará terminada hasta que finalice el gigantesco proceso de renovación, que durará diez años.
“La infraestructura del edificio necesita urgentemente una revisión completa para evitar daños a largo plazo en el edificio y su contenido”, afirma la familia real en su página web.
“La forma más rentable de sustituir estos servicios esenciales y garantizar que el palacio sea adecuado para los próximos cincuenta años es emprender un programa de obras por fases a lo largo de diez años”
El proyecto, con un valor estimado en 369 millones de libras, se inició cuando aún vivía la reina Isabel II y ahora es su hijo Carlos quien lo supervisa.
El monarca, con su conciencia sobre la ecología y de la sostenibilidad, está poniendo todo su empeño en que las renovaciones sean adecuadas para el futuro del palacio, e incluso ha bajado la calefacción de su casa en un intento de reducir costes y emisiones.
No está claro si Carlos mantendrá Clarence House como segunda residencia o si permitirá que otros miembros de la familia residan en ella.