Armenia y Turquía no responden a los pedidos de alto al fuego.
Armenios y azerbaiyanos libraban “intensos combates” en la mayor parte del frente en Nagorno Karabaj, en el disputado territorio separatista pese a los reiterados pedidos de tregua de la comunidad internacional.
La región, de mayoría armenia, se proclamó independiente de Azerbaiyán en 1991, lo que desató una guerra que causó 30 mil muertos y desde entonces estallan distintos combates, aunque el que se libra desde hace una semana es de mayor intensidad.
El presidente de este territorio separatista, Arayik Harutyunian, vestido con uniforme militar, declaró ante la prensa que había comenzado “la última batalla” por Nagorno Karabaj.
Agregó que se unía al frente para combatir junto a sus tropas que respaldan a Armenia.
“La nación y la madre patria están en peligro”, dijo a periodistas.
El ejército separatista logró detener el ataque a gran escala del enemigo”, que se concretó “pese a los reiterados pedidos de tregua de la comunidad internacional”, sostuvo la vocera del Ministerio de Defensa de ese país, Shushan Stepanian.
En Stepanakert, capital de Nagorno Karabaj y blanco por primera vez de disparos de artillería ,se volvieron a oír explosiones.
En tanto, el primer ministro de Armenia, Nikol Pachinian, dijo en un discurso a la nación que el país se enfrenta al “momento quizás más decisivo de su historia”.
El presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, reiteró su llamado a la retirada de las fuerzas armenias de los “territorios ocupados” como “condición previa” a un alto el fuego.
“Vamos a recuperar nuestros territorios, es nuestro derecho legítimo y nuestro objetivo histórico”, declaró en una entrevista con la cadena de televisión Al Jazeera.
El ejército azerbaiyano afirmó que 19 pueblos fueron el blanco de disparos armenios por la noche y aseguró que había tomado “medidas firmes de represalia”, reivindicando en especial la toma de posiciones separatistas.