En la industria petrolera, entre Santa Cruz, Chubut y Neuquén se calculan entre 5.000 a 6.000 suspensiones y unos 6.000 despidos en el sector.
Según datos del Ministerio del Trabajo de la Nación, sólo en Neuquén el año pasado se perdieron unos 1.600 empleos que estaban directa o indirectamente vinculados a la producción y exploración de combustibles. Aseguran que es una consecuencia de los recortes realizados por empresas que debieron ajustar sus planteles por la baja en la actividad.
De acuerdo al informe “Explotación de minas y canteras”, durante 2016 el petróleo y el gas perdieron unos 6.000 puestos de trabajo en las principales cuencas del país. En Chubut se vive el caso más dramático, con 3.700 operarios en «estado de latencia» y un número indeterminado de despedidos.