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Estados Unidos impuso sanciones económicas a Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Junto a otros tres miembros del cártel de Sinaloa y a dos empresas por «tráfico de fentanilo».
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), que depende del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, los acusa de liderar una poderosa facción del cártel de Sinaloa, conocida como «Los Chapitos» o «Los Menores», como se conoce a los hijos de «El Chapo».
También de ser responsables de «una parte significativa del tráfico ilícito de fentanilo y otras drogas mortales».
Guzmán López «está involucrado en la gestión de súper laboratorios, que a menudo han sido abastecidos por una red dirigida por los hermanos Ludim y Luis Alfonso Zamudio Lerma, radicados en Sinaloa, y en el tráfico de drogas ilícitas hacia Estados Unidos».
Los otros sancionados son Raymundo Pérez Uribe, Saúl Páez López y Mario Esteban Ogazón Sedano.
Castiga asimismo a dos empresas: Sumilab, por «el suministro y envío de precursores químicos» necesarios para fabricar fentanilo, un opioide hasta 50 veces más potente que la heroína, y Urbanización, Inmobiliaria y Construcción de Obras por su vínculo con Ogazón Sedano.
Según la OFAC, Joaquín Guzmán López trabaja con sus 3 hermanos y «es responsable de supervisar muchos aspectos del imperio del narcotráfico».
Todos los bienes y participaciones en bienes de los sancionados que se encuentren en Estados Unidos o que estén en poder o bajo el control de estadounidenses quedan bloqueados.
TRIBUNA ABIERTA