Error con las llaves.
Las vacaciones de la familia real en Mallorca siguen siendo una tradición, que simepre dejan anécdotas. Entre ellas una distracción del rey Felipe VI con su coche en el Real Club Náutico de Palma.
El monarca dio el pistoletazo de salida a la competición de vela en la isla. Felipe VI se mostró en todo momento en sintonía con el resto de compañeros, divirtiéndose durante el trayecto y disfrutando de una de sus principales aficiones.
El rey subió al Aifos. Dirigió el timón en todo momento con la ayuda del resto de tripulación. Al bajar, también ayudó a sus compañeros a descargar el equipo y prepararlo para el día siguiente. Saliendo del puerto para volver al palacio de Marivent, el Rey saludó a muchos de los que allí se encontraban esperando para poder saludarle y se despidió de un amigo que se acercó antes de irse.
Fue en ese momento cuando tuvo lugar la anécdota de la jornada náutica.
Cuando se subió al auto de color negro mate, perteneciente al extenso parque móvil de Zarzuela, el jefe del Estado intentó ponerlo en marcha sin éxito.
No conseguía que arrancase, por lo que intentó comprobar si ocurría algún problema.
Ni él ni su amigo se daban cuenta hasta que un tercero acudió al rescate. El motivo por el que el coche no arrancaba era faltaban las llaves para poder continuar con el viaje
Al tenerlas, el monarca sacó una sonrisa por este divertido despiste y, finalmente, pudo abandonar el recinto en dirección al palacio de Marivent.