Trabaja “por un futuro sin monarquías”.
El rey Guillermo de los Países Bajos en sus 10 años en el trono la aceptación de la monarquía holandesa ha bajado del 80 al 55%.
El periodista Bram van Montfoort se está haciendo cada vez más popular en su país criticando a los monarcas.

Estudió en la universidad de Utrecht y lleva cinco años en la asociación Republiek, que trabaja “por un futuro sin monarquías”.
Esta organización pide la sustitución de reyes y reinas por un jefe de Estado elegido por el pueblo.
Su principal argumento es que solo así “se hace justicia a la idea de la democracia”.
Según sus postulados, los cargos públicos hereditarios contradicen todo principio democrático.
Señalando como principales peligros el despilfarro de dinero, el potencial abuso de poder y la reivindicación de privilegios injustificados.
“‘No soy un súbdito’ es lo que una joven había escrito en un cartelito de cartón delante del palacio real de Ámsterdam durante la ceremonia de investidura del rey holandés hace 10 años. Fue detenida, conducida durante horas hasta que terminó la ceremonia, y más tarde puesta en libertad sin cargos. Lo vi por televisión. Fue lo que me metió en el republicanismo”, contó.
Con motivo de la celebración de los diez años del monarca en el trono, Van Montfoort se encargaba de cubrir micrófono en mano las protestas de grupos de activistas contra la monarquía.
“En una democracia, no deberíamos detener a la gente por protestar pacíficamente”, manifestaba entonces uno de los miembros de la junta directiva de Republiek a un policía que dirigía las detenciones.
Se manifiesta y no solo contra la pareja real holandesa, sino también contra el resto de reyes del mundo, por ejemplo Carlos III.
Incluso viajó a Londres para su coronación en mayo y formó parte de la campaña ‘Not my king’.
En las manifestaciones, el periodista también está en primera fila con pancartas con lemas como ‘Guillermo el último’, haciendo referencia a su deseo de que el monarca sea el último rey de los Países Bajos y su hija, la princesa heredera Amalia, nunca suba al trono.